Relación entre estilos educativos parentales, inteligencia emocional y calidad de vida relacionada con la salud

Resumen

Las primeras experiencias en la infancia y la influencia del entorno social más próximo conforman la manera de ver y afrontar lo que acontece a nuestro alrededor, siendo el papel de los padres en este aspecto fundamental, sirviendo además de modelos. La familia es el contexto más importe donde aprendemos a socializarnos, nos formamos y adquirimos los aspectos esenciales para la vida. La familia influye en la adquisición de valores, normas, roles y habilidades sociales y adaptativas, hábitos saludables, etc. permitiendo el desarrollo de habilidades emocionales, de resolución de conflictos, la adquisición de conductas prosociales, etc. Es fundamentalmente, donde se aprende a reconocer las emociones, comprenderlas y regularlas. Por tanto, la forma en la que los padres traten los aspectos emocionales favorecerá o perjudicará la adquisición de las habilidades emocionales en sus hijos. Los aspectos fundamentales para que los niños y adolescentes puedan alcanzar cierto nivel de bienestar tienen que ver con crecer en familias cariñosas, tener amigos de confianza, estilos de vida positivos y valores morales sólidos. Los jóvenes que experimentan un mayor bienestar personal (sentirse competentes y apoyados) es menos probable que se impliquen en comportamientos de riesgo y, al mismo tiempo, es más probable que presenten un estilo de vida saludable, buen rendimiento académico, afronten adversidades, etc. (Layard y Dunn, 2011). El objetivo principal del presente estudio es analizar la relación que existe entre los estilos educativos parentales, la inteligencia emocional y la calidad de vida relacionada con la salud, así como varios factores sociodemográficos relacionados con estas variables. Para ello se ha seleccionado una muestra de 758 participantes con edades comprendidas entre los 8 y los 19 años, de diferentes centros educativos de la Región de Murcia, a los que se les han administrado los siguientes cuestionarios: Estilos Educativos Parentales (ENE-H y EA-H), Inteligencia Emocional (TMMS-24) y Cuestionario de Salud (SF-36). Para el análisis de los resultados se ha utilizado el programa de análisis inteligente de datos WEKA. En primer lugar, se ha realizado un análisis de regresión entre cada una de las dimensiones y, en segundo lugar, se han categorizado las puntuaciones de los estudiantes en las variables de las relaciones que resultaron significativas, lo que nos ha permitido conocer y concretar qué aspectos de una variable se relaciona con puntuaciones altas o bajas en otra variable. Los resultados muestran que las relaciones establecidas entre los estilos educativos parentales, la inteligencia emocional y la calidad de vida relacionada con la salud permiten considerar la importancia de cómo son establecidas las normas, de la necesidad de establecer límites y fomentar la autonomía en el ámbito familiar, ya que los participantes consideran que la educación ejercida por los padres debe considerar estos aspectos para el desarrollo de una adecuada regulación emocional, considerada de gran relevancia, ya que, puede facilitar una adecuada calidad de vida relacionada con la salud. Por tanto, podemos considerar que en función de cómo los padres ejercen su estilo educativo, sus hijos mostrarán una mayor o menor regulación emocional, llevando esto a que puedan sentir bienestar emocional, adecuado funcionamiento social y alto nivel de energía vital o a que puedan desarrollar alteraciones a nivel de salud emocional y física, estableciendo estas consideraciones que la educación familiar se relaciona con la inteligencia emocional y éstas, a su vez, con la calidad de vida relacionada con la salud.