Cuentos para no dormir

  1. Cristina Callejón Hernández
Revista:
Derecho y Cambio Social

ISSN: 2224-4131

Año de publicación: 2014

Año: 11

Número: 38

Tipo: Artículo

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Resumen

La criminalidad existe desde siempre y, con esto, no sólo me refiero a que existe desde que el mundo es mundo (la misma Biblia se inicia con un fratricidio), sino también a que está intrínseca en nuestra persona y cultura prácticamente desde que nacemos. Los dibujos infantiles están usualmente divididos en dos bandos: los buenos y los malos que, en caso de ser reales, podrían ser imputados por una gran variedad de delitos. Pero los tradicionales cuentos de hadas, a pesar de que fueron modificados, incluyen altas dosis de criminalidad. Por ejemplo, ¿fueron Hansel y Gretel víctimas de un delito de abandono? ¿Fue Dumbo un niño robado? ¿Sufrió Cenicienta un ataque a su dignidad? Sin embargo, a medida que crecemos, la criminalidad sigue estando presente en nuestras vidas. Prueba de ello es que las películas de terror baten récords en taquilla, máxime si están basadas en hechos reales. Tampoco faltan leyendas urbanas que, con su pseudorrealidad dejan a nuestro criterio decidir qué hay de verdad y de fantasía en ellas. A lo largo de este artículo analizaremos todos estos puntos hasta llegar a la conclusión de que el crimen es un elemento vital de la sociedad.