Organización educativa para todas las personas

  1. Ortiz Jiménez, Luis coord.
  2. José Antonio Torres González coord.
  3. José Juan Carrión Martínez coord.
  4. Susana Fernández Larragueta coord.
  5. María Ángeles Peña Hita coord.
  6. Eufrasio Pérez Navío coord.

Editorial: Wolters Kluwer España

ISBN: 978-84-123699-7-7

Año de publicación: 2021

Tipo: Libro

Resumen

Convivencia, colaboración, responsabilidad compartida, plena participación. Ideas que cuando se expresan de forma conjunta manifiestan una clara intención de entender la vida en los centros educativos como una sociedad equitativa. En las que las relaciones que se establecen lo hacen mediante vínculos naturales, en los que impera el respeto a las diferencias y entender que éstas contribuyen a que las comunidades se desarrollen en torno a la idea final de la mejora de la sociedad en la que vivimos. De ahí que la idea de “organización educativa para todas las personas” aspire a recoger en torno a sí, una serie de reflexiones, experiencias e investigaciones que sirvan de referentes teórico-prácticos para orientar los caminos que muchas escuelas están emprendiendo para constituirse en espacios de confluencia de las distintas sensibilidades que aglutinan en sus centros educativos. Usando un slogan muy conocido, pero poco practicado, “para todos y con todos”. Como de sobra es conocido, en el ámbito educativo no existen recetas mágicas. Sí existen ingredientes y experiencias que ilustran que, por una parte, es posible hacer cosas distintas con éxito. Y por otra, que las sendas a recorrer para alcanzar estas visiones es mejor hacerlo en compañía. No existe un modelo organizativo único de éxito generalizado, los contextos, las personas, en definitiva, las culturas que enmarcan cada realidad precisan de soluciones innovadoras y contractuales a cada idiosincrasia. Esta obra pretende recoger esas ideas, reflexiones, experiencias, investigaciones, que puedan ayudar a cada colectivo escolar a tomar sus propias decisiones. Como decíamos “no todo vale para todo”, pero al menos sabremos hacia dónde debemos ir, un camino sin rumbo es siempre un mal camino, al menos en el ámbito educativo y por pura transferencia, al ámbito social.