Abuso de poder y violencia de género en el trabajo: ¿Qué lección del «beso (robado) de rubiales»?

  1. Cristóbal Molina Navarrete
Revista:
CEFLegal: Revista práctica de derecho. Comentarios y casos prácticos

ISSN: 2697-2239 2697-1631

Año de publicación: 2023

Número: 273

Páginas: 124-148

Tipo: Artículo

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Resumen

Cuenta la célebre zarzuela española de la «leyenda del beso», estrenada con éxito en el lejano 1924, la maldición realizada por la madre de Amapola, hermosa mujer nacida de la relación con un «mal hombre», según la cual todo aquel que osara besarla moriría sin remedio, aun de amor por ella. Quienes peinan canas, como yo, recordarán que fue muy célebre la versión del intermedio («intermezzo») de esta obra cantada por el grupo Mocedades (el histórico, hoy hay tres, tras múltiples conflictos familiares), así como una versión instrumental de Luis Cobos. En cambio, para quienes son más jóvenes, la lírica del «beso robado» quizás se concrete en la preciosa canción de Beret, que comienza con la estrofa «nunca se sabe el precio de un beso robado y al final el nuestro nos salió tan caro». Tal es la imagen icónica del «beso robado» que incluso tiene un día internacional, el 6 de julio, desde hace años envuelto en gran polémica, por el cambio sociocultural y la fuerza de la cuestión social feminista. No, ninguno de estos besos envueltos en arte, que «matan» o «cuestan caros» ocupa el centro del debate mundial, especialmente en España, sino otro.