El estado forestal de El Argar (ca. 2200-1550 cal ANE) Nuevas aportaciones antracológicas desde La Bastida (Murcia, España) para el conocimiento paleoecológico y paleoeconómico de la prehistoria reciente del sureste de la península Ibérica

  1. Celma Martínez, Mireia
Dirigida por:
  1. Rafael Micó Pérez Director/a
  2. Raquel Piqué Huerta Director/a

Universidad de defensa: Universitat Autònoma de Barcelona

Fecha de defensa: 21 de septiembre de 2015

Tribunal:
  1. Robert Risch Presidente/a
  2. María Oliva Rodríguez Ariza Secretaria
  3. Ramon Buxó Capdevila Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 391882 DIALNET lock_openTDX editor

Resumen

Este trabajo de investigación ha centrado su estudio, en primer lugar, en el asentamiento argárico de La Bastida (Murcia, España) para el conocimiento de la paleoecología y paleoeconomía del grupo arqueológico de la Edad del Bronce de El Argar (ca. 2200-1550 cal ANE) mediante el análisis de los restos antracológicos (carbón y madera) de los contextos domésticos. El yacimiento de La Bastida es un gran asentamiento (4,5 ha) con un complejo urbanismo documentado en los sectores estudiados de Barranco, Piedemonte y Cima. Entre los elementos arquitectónicos más destacables se encuentran una gran balsa de almacenamiento de más de 400.000 litros de agua y una gran muralla que protegía la ciudad prehistórica por su cara norte. El análisis antracológico ha determinado un total de 28 taxones para el asentamiento en su diacronía. La Bastida es el yacimiento que mayor variabilidad taxonómica ha presentado en la producción y consumo de madera. Estos resultados han proporcionado elementos suficientes para presentar una paleoecología diferente a la esperada característica de entornos subdesérticos. El entorno forestal de La Bastida ha resultado con una vegetación mesotermófila con capacidades resilientes suficientes para mantener las necesidades de la población durante ca. 650 años hasta el abandono del lugar. Además, la presencia de vegetación de ribera durante toda la cronología de La Bastida evidencia un mantenimiento de la circulación de los recursos hídricos. En segundo lugar, se han sintetizado todos los datos antracológicos disponibles para el III-II milenios cal ANE del sureste de la península Ibérica con el fin de observar la dinámica paleoecológica en los inicios y el fin del poblamiento argárico en todo el territorio. A pesar del gran número de intervenciones realizadas para este grupo arqueológico, no son muchos los asentamientos que presentan evidencias arqueobotánicas recuperadas. Solo en el 26 % de los yacimientos argáricos se han recuperado restos arqueobotánicos y en solo un 13 % de los asentamientos se ha realizado un análisis en profundidad de los restos antracológicos. Por lo tanto, el número de yacimientos de los que se dispone registro arqueobotánico resulta, todavía, muy escaso. El registro antracológico disponible para el III-II milenios cal ANE presenta una afinidad, sin transiciones marcadas, entre el final del Calcolítico y el inicio del Bronce. Los resultados antracológicos presentan particularidades locales en cada uno de los asentamientos y, en conjunto, una gran diversidad de hábitats y cobertura forestal para el territorio argárico. La característica que comparten todos ellos es una predominancia, tanto en número de restos como en ubicuidad, de una vegetación mesotermófila. Desde la investigación antracológica y a la luz de los presentes resultados, no resulta posible argumentar una analogía de las condiciones climáticas actuales de semiaridez del sureste peninsular como un fenómeno ya existente en la Prehistoria Reciente. Estos resultados han demostrado que existe un gradiente de mayor sequedad en el litoral y una mayor humedad en el interior. La identificación de una cobertura forestal suficiente durante todas las fases de El Argar muestra una contrariedad con la hipótesis de un agotamiento de la masa boscosa por la intensa actividad productiva argárica que llevaría al colapso de esta sociedad.