Conciencia mítica e identidad nacional en El viejo criado (1980) de Roberto Cossa
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Universidad de Jaén
info
- Carmen Luna Sellés (coord.)
- Rocío Hernández Arias (coord.)
Editorial: Peter Lang
ISBN: 978-3-631-77855-5
Año de publicación: 2019
Páginas: 883-898
Tipo: Capítulo de Libro
Resumen
En 1980, presente aún el terror de la dictadura, se estrena El viejo criado, una obra escrita y, en este caso, también dirigida por Roberto Cossa. La acción se desarrolla en un café de la zona sur de Buenos Aires, tal y como se conserva en la memoria de los porteños. En este espacio mítico, el tiempo parece haberse suspendido: la historia que transcurre fuera se convierte en confusas referencias en las bocas de Alsina y Balmaceda, el poeta y el boxeador que permanecen dentro del café jugando una interminable partida de truco. La mitología del tango, representada por Carlitos e Ivonne —cantor y prostituta—, se degrada en escena. Este especial tratamiento del tiempo en el que la diacronía permanece y la sincronía deviene es la estrategia fundamental con la que Roberto Cossa objetiva sobre el escenario una conciencia mítica que los personajes interpretan como su pasado, es decir, como una suerte de memoria nacional. La perspectiva corrosiva de nuestro dramaturgo, que resquebraja esta conciencia mítica, tiene dos consecuencias fundamentales. La primera atañe a la nostalgia improductiva que padecen estos personajes que, anclados en una imagen deformada del pasado, viven de espaldas a la historia. La segunda, la planteamos con una pregunta que trataremos de responder en este artículo: ¿si los personajes de El viejo criado...