El prisma de los desconocidos y el proceso coercitivo de ocupación de las mentes

Laburpena

La fragilidad humana constituye una asombrosa narrativa sagrado profana que alberga casi todo lo que es ignorado por los grandes hechos de la historia. Da cuenta, sin embargo, de la complejidad velada que los grandes acontecimientos forjan en lo particular. Referida a la experiencia directa del orden y del caos, en su dimensión de lo inadvertido se observa con nitidez el actual distintivo postmoderno de lo flotante, concerniente, en este caso que nos ocupa, a una disposición mental, característica del hombre actual. Partiendo de ahí y, en consecuencia, convirtiendo en hipótesis de trabajo una homérica observación de Sloterdijk, que en el mundo de los desconocidos se descubren las tendencias ocultas de cada época, lo que aquí se propone es una reflexión socio-histórica sobre los orígenes y el posterior advenimiento de esa singular condición del individualismo postmoderno, entendiendo el fundamento de lo “flotante” como un proceso coercitivo de ocupación de las mentes. Para tal fin, el trabajo se centra en dos figuras literarias arquetípicas: el verdugo de Luis XVI, Chales- Henri Sanson, un olvidado que ejemplifica un mal moderno incurable; y Ulrich, el personaje central de El hombre sin Atributos, o el paradigma de la no-situación del hombre actual. Por un lado, ambos personajes justifican la relevancia que tiene para el conocimiento lo que es inadvertido, en cuanto a especio de observación para el análisis social. Desde un prisma sociológico, a su vez, esos dos personajes simbolizan y concretan dos universos de sentido que arrojan luz sobre cómo se articula y en qué consiste la condición mental que alberga y ordena esa cualidad flotante y distintiva del individualismo postfordista.