La dirección como factor de calidad en la enseñanza universitaria

Abstract

La realización de cualquier investigación referente a la Universidad resulta cuanto menos tentadora y a la vez arriesgada. No obstante, si no nos involucramos todos los colectivos de la comunidad universitaria en dar soluciones a la acuciante crisis en la cual se encuentra la universidad española difícilmente lograremos encontrar soluciones, si no urgentes si que inminentes, que permitan hacer que la universidad pueda adaptarse a los cambios de todo orden que se produce a su alrededor. Como ya señaló SÁENZ BARRIO (1993), la Universidad tiene la sonrisa grabada en el rostro. Es la sonrisa estereotipada de la máscara que oculta la verdad, que oculta mucha desilusión. La sombra de la "crisiología" corre como la pólvora a través de campus y edificios universitarios. La pregunta de cómo ha de ser la Universidad en los años venideros y de si la Universidad actual está preparada para responder adecuadamente a las necesidades y retos de la sociedad es la preocupación fundamental de la comunidad universitaria. Aunque muchas de esas preocupaciones se expresaron de modo informal, los últimos años del siglo XX han alumbrado reflexiones, análisis y soluciones de cara a configurar un nuevo rostro universitario para el siglo XXI, por ejemplo, se puede destacar entre otros, los trabajos de Peretó (El futuro de la investigación básica en la Universidad, 1999), Bricall (¿Quién manda en la Universidad?, 1999), Touriñan López y otros (La función de la Universidad: Universidad, calidad y sociedad civil, 1999), Pinto (La Universidad, entre democracia y barbarie, 1999), etc. En un periodo de cambio social tan acelerado como el actual, que ha visto demoronarse estructuras políticas que uno imaginaba perennes, parece lógico plantearse las consecuencias que esto tiene para la Universidad. Los cambios producidos en la Universidad española en el último siglo son evidentes y la específica circunstancia que a la universidad obliga a qu