Fotografía e identidadapropiaciones, desmontajes y reinvenciones

  1. Galera de Ulierte, Valle
Supervised by:
  1. Theótima Amo Sáez Director

Defence university: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 07 September 2017

Committee:
  1. Francisco Lagares Prieto Chair
  2. María del Mar Garrido Román Secretary
  3. María del Mar Bernal Pérez Committee member
  4. Italo Chiodi Committee member
  5. Juan José Gómez de la Torre Committee member

Type: Thesis

Teseo: 503203 DIALNET

Abstract

FOTOGRAFÍA E IDENTIDAD. Apropiaciones, desmontajes y reinvenciones La investigación consiste principalmente en la iniciación de un archivo que muestre obra fotográfica, la compare y con ella favorezca la reflexión sobre la estructura del género, evidenciando los límites de lo considerado permisible y los tabúes de la representación. Este archivo surge por una doble necesidad: la búsqueda personal identitaria y la carencia de una genealogía o historia del arte desde distintas perspectivas que recogiera ese imaginario desde la que apoyar mi identidad y creación fotográfica. Por ello se realiza un breve recorrido de ese vacío de representación y los avances que van cubriendo estas carencias, redimiendo infravaloraciones y comprendiendo el porqué de esas compilaciones escasas o limitadas así cómo ver su evolución. Por otro lado, planteamos las motivaciones y la identificación desde el género, la creación y la investigación personal, ya que es la comprensión identitaria personal y el desarrollo de mi corpus artístico como generador de conocimiento, el origen y la finalidad por la que surge este proyecto. Esta perspectiva crea un giro en el uso habitual del análisis de las imágenes al centrarse principalmente en la perspectiva del artista y la relación con el modelo, ya que son los referentes de mi proceder profesional, con lo cual esta investigación está dirigida principalmente a artistas e investigadores. La investigación plantea la hipótesis de que las identidades de género son esencias carentes de definiciones y cuya norma se define por la oposición con unos límites que son lo que marca lo anormal u otredad, y precisamente esa oposición es la que define la normalidad. Sin embargo, cuanto más representación hay y, también desde su propio enfoque, creemos que se puede generar un ejercicio de visibilidad, existencia y asimilación que puede mutar la concepción del género. Así que con esta investigación, ansiamos desvelar una política de representación que oculta a un amplio abanico de realidades en el que hay personas que no se encuentran representadas, o se sienten mal representadas, los llamados Otros. Pretendemos que las obras seleccionadas planteen tabúes de la representación ya sea porque desafíen lo permisible según los roles de género preestablecidos o por ampliar el imaginario posibilitar el entendimiento de la identidad de personas que no encajen en lo estipulado. Otro propósito será el de demostrar la mutabilidad de la concepción del género y como puede verse afectado por las imágenes. Así pues, aspiramos a poder evidenciar lo confuso de las barreras que definen el género y desdibujarlas para cuestionarnos lo que creemos saber y reflexionar sobre la percepción actual de la identidad y sus conflictos. Uno de los objetivos principales de esta investigación es ampliar el imaginario de las representaciones fotográficas que versen sobre la identidad en relación al género en torno a temáticas comparadas desde distintas perspectivas identitarias de los autores. Con este archivo visual y el análisis pretendemos recopilar, relacionar y clasificar trabajos fotográficos que sirvan de discurso elaborado y que muestren diversidad de formas con las que materializar artísticamente conceptos, reflexiones y sentimientos creando un bagaje visual y teórico para el creador, utilizando estos conocimientos para mi propia creación artística y ofreciéndolo como recurso a otros artistas interesados en la temática. Pudiendo ser también de interés para otros muchos perfiles profesionales como desde la arteterapia, educación, antropología, psicología, historia del arte o difusión común. La magnitud del archivo fotográfico es un intento de reivindicarle la importancia que tiene y evitar que esta temática sea minusvalorada. Otro de los objetivos es demostrar como la creación de imágenes fotográficas es un medio de investigación y conocimiento autónomo y como desde los estudios de Bellas Artes podemos proponer sistemas propios de investigación. Por lo tanto pretendemos demostrar como la fotografía es una extensión de nuestro sistema de creencias, emociones y un medio con el que entender la realidad, interpretarla, representarla, comunicarnos y producir reflexión. La investigación propone la creación de un sistema de análisis de las imágenes que favorezca el pensamiento crítico y profundo en la percepción de la obra, considerando los contextos personales, sociales y políticos que influyen tanto en el artista como en los modelos al plantearse representaciones de la identidad, así como abordar las relaciones de poder y ética entre ellos y con la sociedad. Sistema de análisis desde el que cuestionar y analizar la estructura del género y cómo afecta a los individuos. Reflexionar mediante la comparación de obra cómo afecta el género en la estructura social, en las acciones de las personas, la autopercepción, en las emociones personales, así como en las percepciones del otro. Como objetivos específicos en relación a la fotografía la tesis indaga en las capacidades de la fotografía como reflejo de lo visible así como herramienta conceptual. Analizar a través de las obras la noción de verdad en la imagen fotográfica y el uso de la manipulación tanto en la preparación del escenario y el modelo, como con la posfotografía, para resaltar aspectos de la realidad más allá de lo visible. Así como la introducción de la fotografía amateur y el mundo editorial en el arte y en el contexto de esta temática. Recapitular las abundantes estrategias fotográficas y sus matices que tienden a ser utilizadas para abordar la identidad, desgranando las semejanzas y diferencias de las propuestas. Evidenciar y valorar la importancia de las representaciones fotográficas y artísticas en nuestra sociedad. Reflexionar como la ocultación y censura tanto como la ampliación y difusión de la representatividad afecta a la concepción identitaria de personas y sociedades, incluso pudiendo modificar la estructura social. Resaltar y profundizar en la capacidad de la fotografía como herramienta para representar, generar dinámicas entre los individuos y solventar conflictos identitarios tanto del fotógrafo, del modelo como de la sociedad, pudiéndose utilizar como un sistema de resolución de conflictos identitarios. Otro de los objetivos específicos con respecto al análisis es la reflexión sobre como la banalización, modas y falta de involucración personal en obras y exposiciones que aprovechan celebraciones y oportunismo político pueden convertirse en una forma de censura indirecta al reforzar estereotipos y arquetipos, promoviendo la falta de pensamiento crítico y generando desinformación por exceso de información que oculte obra realmente con calidad y profundidad. Reflexionar sobre como las representaciones que pueden ser consideradas negativas también pueden aportar conocimiento porque ofrecen visibilidad mientras que la ocultación y la negación son quizás los sistemas más agresivos respecto a la representación de la identidad. Con respecto al género, la investigación propone como otro de los objetivos específicos contextualizar el género enlazado a otros aspectos transversales como la nacionalidad, el poscolonialismo, la etnia o clase social así como la época, el contexto histórico y cultural, con lo que demostrar que no es un concepto universal ni estable ya que muta según diferentes culturas y épocas. Ampliar el imaginario y evidenciar los tabúes de representación presentes en el concepto de mujer, hombre y trans. Así como mostrar como la femineidad ni es exclusiva de las mujeres ni la masculinidad de los hombres y como esa noción varía según el género de origen. Mostrar como el género se modifica a través de la manipulación del rostro, los movimientos, las poses, la ropa y el escenario. Evidenciar la trascendencia del género para evitar su asunción irreflexiva tanto en el individuo como en los otros. Así pues, reflexionar sobre las necesidades de mantener o no aspectos de esa estructura en la diversidad de cada cual. Considerar como los conflictos identitarios pueden no ser tan individuales y deberse a conflictos sociales que vierten su violencia en el individuo reflexionando si las categorías que actualmente existen y bajo las que definimos nuestra identidad puede resultar limitadoras y castrantes en vez de ofrecer una estructura que comprenda y recoja la pluralidad de nuestras sociedades. De igual manera resaltar que las definiciones aquí recogidas no son definitorias y únicas, sólo una guía de deconstrucción. La metodología que se ha desarrollado está basada en las artes y para ello hemos aplicado el procedimiento artístico del archivo a la investigación teórica utilizando perspectivas queer, o flexibles, según Halberstam, al definirlas como la utilización de “diferentes métodos para recoger y producir información sobre sujetos que han sido deliberada o accidentalmente excluidos de los estudios tradicionales del comportamiento humano” (HALBERSTAM 2008:35). La elección del recorrido y selección de artistas de este archivo es subjetivo y parcial. Parto desde mi posición y contexto, lo que Haraway denominara privilegio de la perspectiva parcial (HARAWAY, 1995: 313). Toda mirada es un acto de poder imparcial y es precisamente esa una de las aportaciones que ofrece. Se trata de una perspectiva minoritaria tanto por el hecho de que sea creadora y que mi identidad haya sido una constante preocupación en mi experiencia personal, como en la obra. Mi género, orientación sexual y otros factores posiblemente afecten tanto a la selección de obra como a la interpretación y con ello esperamos que amplíe la percepción de las identidades. Desde esta subjetividad como creadora centramos la atención de los análisis desde el creador, reivindicando su perspectiva. Además desgranaremos los conceptos de género y, para ello, lo hemos abordado desde perspectivas globales y poscoloniales incorporando obra de distintas latitudes, lo que consideramos que será clave para reflejar la mutabilidad del género según las culturas, subculturas, geografías y épocas, así como su estado en continuo movimiento. Lo que creemos que nos puede llevar a reconsiderar las representaciones históricas y como el pasado se proyecta en la cultura contemporánea (GUASCH, 2011:180). En este sentido, la fotografía como medio juega un papel crucial. Ya que históricamente se ha utilizado desde las ciencias policiales, antropológicas y médicas como herramienta para marcar lo normal y anormal con categorías eugenésicas. Por lo que, en las revisiones históricas, se hace imprescindible deconstruir también este lenguaje fotográfico cuyos valores de realidad no solo se basan en su capacidad mímica de la realidad, también en los valores catalogalizadores y supuestamente científicos que históricamente se le ha asociado y que aquí deconstruimos en pro de un lenguaje de la posfotografía. En la unificación de todos estos saberes hemos seguido un proceso historizador a través de una intensa búsqueda y recopilación de materiales bibliográficos y fotográficos, fruto de las estancias en centros nacionales e internacionales en University of Hertfordshire (Hatfield) e Iniva (Institute of International Visual Arts, Londres) donde se ha consultado en bibliotecas especializadas. Desde la perspectiva del autor consideramos relevante intentar ser fiel a la obra y la perspectiva del fotógrafo (que a veces se ha desdibujado por el contexto expositivo) por lo que en el análisis se intentará recurrir a sus declaraciones en primera persona sobre su trabajo, así como, aspectos personales que nos permitan acercarnos a las motivaciones, significados e intenciones. Debido a que estamos abordando obras identitarias donde los artistas están involucrados de alguna forma personal, atendiendo a la idea de lo personal es político, consideramos relevante saber con qué género se identifican o que géneros o corporalidades desean, ya que la autodefinición como el deseo al otro, pueden ser las razones que les lleven a realizar estos retratos. Estos aspectos son entendidos como privados por lo que han sido ocultados o falseados en la tradicional historia del arte como ha señalado Laura Cottinham (COTTINHAM, 1996) cuando esta información puede afectar al contexto y significado de la obra. Siendo relevantes estas identificaciones de género, se recogen todos los géneros posibles desde la pluralidad de orientaciones sexuales para abordar una visión más poliédrica. Por otro lado, consideramos el género enlazado a más estructuras de poder, por lo que se indaga en otros aspectos cuando puedan ser relevantes a la obra como si pertenecen a alguna subcultura, su clase social, el contexto histórico y político, que nacionalidad o nacionalidades le definen, así como etnias o lo denominado como raza. Y se explora si la fotografía puede convertirse para ellos en un medio de investigación artística y personal con el que mostrar, reflexionar, proyectar o superar estos conflictos ya sea a través de su persona o a través del otro, con el que guarde algún tipo de vínculo. La investigación propone cierta ruptura jerárquica con el tipo de obras comparando autores reconocidos con otros nóveles o desconocidos que añadimos a este archivo, formas consideradas de la alta cultura con formas vernáculas y humildes, diferentes momentos históricos, culturas y subculturas, todo ello con la intención de profundizar en la temática. Dirigimos también nuestro análisis al retratado para reflexionar en las necesidades de las hiperidentidades y las deconstrucciones identitarias; los problemas de la representación a manos del otro y la necesidad de la autorrepresentación. Así como las relaciones de poder y su abuso por parte del fotógrafo y si existen por parte del retratado. Por eso, se analiza la relación con el retratado: saber si conoce la idea del proyecto, si quiere participar de forma activa o si no, y en cualquier caso, cuáles son sus motivaciones o necesidades para ser fotografiado. Así como si sus expectativas han quedado o no cubiertas. Conocer por qué necesitan representarse, lo sesgado que puede resultar solo la autorrepresentación, por qué no se sienten representados si es el caso, y que les aporta a ellos esta experiencia. Son aspectos que consideramos que se analizan de forma arbitraria pero, que con la pluralidad de casos desde diversas perspectivas, confiamos poder abrir el prisma de la representatividad. La iniciación de un archivo como sistema de indagación y como resultado, tanto de la investigación científica con esta tesis como artística, enlaza con la forma procesual de mi trabajo artístico que se basa en la selección y combinación de imágenes para generar recorridos que configuran el significado. De igual manera, se ha trasladado este sistema a la investigación de esta tesis, donde la selección, en este caso de artistas, y los diferentes intentos de recorridos han sido en gran parte el núcleo procesual de la investigación. Por lo tanto, se sigue una metodología basada en las artes al aplicar un procedimiento artístico a la investigación y desde la perspectiva del artista-investigador. Aunque en este caso no creamos un lugar físico como sucede en la exposición, si consideramos que desplegamos un lugar en el imaginario colectivo. Por último remarcar como esta investigación ha enriquecido el flujo artístico favoreciendo la creación de las exposiciones Dentro del Espejo (2014) y Estaba Oculto (2016), exposiciones que en sí, también consideramos investigación. Por lo cual, tanto el texto como las exposiciones son parte de la misma investigación acercándose al conocimiento de forma diferente. En la investigación se aplican dos sistemas de análisis diferentes que se estructuran en dos partes. La primera y más extensa profundiza en la temática, mientras que la segunda se focaliza en la perspectiva del artista mediante fichas. Ambos sistemas siguen la misma estructura y las tres categorías en las que dividimos el género: Mujer, Hombre y Trans, siendo el siguiente orden estructural: La categoría Mujer la dividimos en dos partes: OTRAS REPRESENTACIONES DE LA HISTORIA en la que desde varias obras se anhelan versiones diferentes de la historia y la representación histórica donde la mujer tenga un mayor protagonismo sintiéndose ignoradas de la versión oficial. Lo realizan rescatando representaciones pasadas, ofreciendo nuevas perspectivas o inventándose las suyas propias. Y CRÍTICAS A LA REPRESENTACIÓN que dividimos en dos subapartados: Revisión de las representaciones en la que deconstruimos las representaciones de mujeres que aparecen en imágenes bidimensionales tanto del arte y como de la cultura popular para evidenciar los estándares físicos, actitudes y funciones que la sociedad idea para ellas y en Revisión del cuerpo dividido a su vez en dos subapartados: Ideales donde esa deconstrucción se realiza mediante comparaciones con objetos tridimensionales como los maniquíes y en Realidades donde presentan cuerpos que no encajan con los estándares, principalmente porque no son consideradas bellas, re riéndonos a cuerpos entendidos como limítrofes con lo permisible por ser obesas, ancianas, enfermas o embarazadas. En la categoría Hombre sin embargo solo desarrollaremos el apartado CRÍTICAS A LA REPRESENTACIÓN ya que debido a que los hombres son los que han narrado la historia si se han sentido representados, aunque realicen revisiones. Su urgencia se centra en el rol que la tradición artística y la sociedad le ha encasillado respecto a sus funciones sociales y a los tabúes con su cuerpo. Por un lado en Revisión de las Representaciones muestran esos roles con los que se les asocian y el conflicto entre identificación, anhelo y frustración por conseguirlos mientras que en Revisión del Cuerpo plantea los tabúes de representación que sufren, especialmente la negación a la femineidad, el ridículo sexual, la fragilidad, la enfermedad y vejez, todo aquello que debilite la idea de cuerpo infranqueable. Por último la categoría Trans, en vez de centrarse en la búsqueda de recoger un nuevo origen como sucede en la categoría Mujer o de revisar críticamente sus representaciones en el arte y la cultura popular como sucede en las categorías: Mujer y Hombre, se focaliza en la necesidad de verse ante todo representado. Aunque los otros aspectos aparezcan de forma transversal, el interés de estas obras se centra en la necesidad de existir en toda su pluralidad, anhelando visibilidad y comunidad. El término Trans agrupará desde travestismos, transgéneros, transexuales así como otros géneros que no se entienden ni como mujer ni como hombre en diversas culturas. Lo hemos clasificado en devenires del cuerpo biológico de mujer hacia el del hombre en DE MUJER A HOMBRE; estados intermedios en TRANSGÉNERO; del cuerpo biológico de hombre al de mujer en DE HOMBRE A MUJER; y para terminar con FANTASÍAS HÍBRIDAS que recoge representaciones trans en el imaginario colectivo. Esta estructura se sigue desde las dos partes en la que se dividen los dos sistemas de análisis: Un análisis que se centra en la temática y otro, las fichas, que se centra en los artistas. El conjunto de estos análisis dará como resultado la construcción del archivo. Conclusiones A través de las imágenes y análisis hemos ampliado el imaginario visual por medio del archivo, evidenciando los tabúes de representación del género, cómo se estructura y de qué manera afecta a los individuos a través de las propuestas de los artistas divididas en tres categorías Mujer, Hombre y Trans. El archivo ha sido el instrumento de conocimiento con el que se ha experimentado y concluido un recorrido que reforzara la temática del género, aunque estas imágenes puedan reagruparse bajo otras prioridades como las estrategias fotográficas utilizadas o la división entre retrato y autorretrato, como proponemos en los anexos. A continuación desarrollamos varias conclusiones más específicas y enlazadas que se extraen tanto de la percepción del género y las relaciones entre fotógrafo y modelo como de la comparación entre el retrato y autorretrato y las estrategias fotográficas. Respecto al género: De forma general y comparada observamos que se construye como una idealización de binomios opuestos entre hombre y mujer que encajan y dependen entre sí, donde a la Mujer se le asocia a la belleza, fragilidad, dependencia y funciones serviciales y al Hombre a la conquista ya sea amorosa, laboral o entre otros hombres, la violencia, independencia y el egoísmo. Este análisis deconstructivista parte de los estudios feministas anglosajones y franceses, por lo que descifrar los códigos de las imágenes para evidenciar los estereotipos ha ocupado gran parte de la obra de Mujer. Observamos que la belleza y seducción se convierten en el tema central de las deconstrucciones y las opresiones que padecen. Incluso sucede en las nuevas representaciones, que se construyen en base a la idea de incorporar cuerpos de mujer evitados en el imaginario colectivo por no ser bellas siendo el caso de obesas, enfermas o ancianas, nuevas incorporaciones con las que aportan otras formas de entender la belleza. También tienden los artistas a crear un modelo de mujer opuesto a lo bello, seductor y natural ofreciendo imágenes de mujeres monstruosas, siniestras y tecnológicas con lo que romper y ser independientes. Por otro lado, en la categoría Hombre no se tiende tanto a deconstruir el género e incluso cuando se aborda no se presenta del todo negativo, aunque plantea frustraciones por ser un ideal inalcanzable, coincidiendo con Mujer, o porque encuentra dificultad y desacuerdos para comportarse como tal en la vida diaria. Pero lo más abundante en los análisis es el planteamiento de representaciones negadas, donde la femineidad es el tabú más prohibitivo porque implicaría la caída del héroe, hacerse frágil, fracasado y penetrable. Sin embargo, el hecho de ser vencibles es sugerente para algunos autores ya sea en un plano simbólico, como personal. Además feminizarse implica ser objeto de deseo sensual, ser bello y dejarse mirar, una actitud negada en los hombres y que especialmente evidencian haciendo interpretaciones de obras artísticas vetadas para ellos. Sin embargo, hemos descubierto que la categoría Hombre no es opuesta a Mujer, ya que la prohibición de esta no la encuentra en la masculinidad, que cada vez está más integrada en su identidad, sino en la monstruosidad. Su opuesto sería rechazar la belleza, como postura crítica, sin embargo tampoco parece querer desvincularse de ella. Por lo tanto se define a través de la belleza aunque sea ofreciendo otros valores y no necesariamente para los hombres, deseando finalmente ser bella. En la revisión de la categoría Trans se evidencia también como los géneros no son opuestos, pues ni los Drag King son el equivalente contrapuesto de los Drag Queen ni los transexuales de MaH de los HaM, ya que la deconstrucción de los géneros de origen son diferentes, lo que genera una educación diferente, forma de entender y asimilar la vida, así como las circunstancias e historias que afectan a resultados diversos como se desgrana en los análisis. Hemos observado como la categoría Mujer es la que más revisa los vacíos y falta de su representación en la historia y el arte, señalando la carencia presencial y el reconocimiento rescatando información, creando nuevas narrativas o fantaseando con orígenes de la sociedad que hubiesen evolucionado en presentes más igualitarios. Sin embargo, desde la categoría Hombre no tienden a abordarlo o sus revisiones históricas se centran en conflictos o comunidades concretas, ya que la historia ha sido narrada y protagonizada por ellos, aunque si revisan a menudo las representaciones del desnudo posado, menos frecuente en hombres. Así mismo percibimos como la categoría Trans, que igualmente se ha visto afectada por la narración de la historia y las representaciones existentes, sin embargo ha volcado sus esfuerzos en la representatividad ya que su existencia urge ante la censura de las representaciones visuales, como de su presencia en las calles, pues sufren las persecuciones legales, asesinatos o escarnio público. Según observamos, esto les afecta en la necesidad de crear hiperidentidades y sensación de comunidad, aunque también hay propuestas deconstructivas, no tanto de lo Trans sino del género en general, lo que convierte a esta categoría en la más deconstructiva respecto a la corporalidad, las funciones y concepciones de su identidad. Luego, con su existencia evidencia la artificialidad de una estructura que se asume sin cuestionarse por considerarla natural y en la que se basa y organiza la división contrapuesta de los géneros. Por tanto, la ampliación y difusión o la restricción y censuras de las representaciones, afecta a la concepción identitaria de personas y sociedades, incluso pudiendo modificar la estructura social, por lo que la fotografía adquiere un valor importante. También para la autoaceptación y como reflejo del individuo. Especialmente con los análisis de la categoría Trans, donde hemos comprobado que existen culturas con más de dos o tres géneros y hemos visto diversidad de cuerpos y roles sociales, hemos evidenciado como el género varía según otros aspectos transversales como la nacionalidad, el poscolonialismo, la etnia o clase social, así como la época, el contexto histórico y cultural, con lo que se demuestra que no es un concepto universal ni estable, ya que muta según diferentes culturas y épocas. Luego, parece ser una clasificación cultural que generalmente tiende a basarse en los genitales y en la que a veces hay personas que no se sienten identificadas. En conclusión, observamos que el género no parece algo innato, sino que lo asignamos incluso antes de nacer y se construye en la práctica diaria; se llega a serlo como señalaba Simone de Beauvoir. Mientras que nuestra sociedad es reacia a permitir elegirlo, comprobamos como otras culturas, como los indios americanos, les ofrecían la posibilidad de cambiarlo a sus individuos, disfrutando de un lugar social dentro de la tribu. 4.- Esto nos lleva a la consideración de que los conflictos identitarios pueden no ser tan individuales y deberse a estructuras sociales que vierten su violencia en el individuo, por lo que concluimos que las categorías de género que actualmente existen y bajo las que definimos nuestra identidad resultan limitadoras y castrantes en vez de ofrecer un espacio simbólico donde ubicar la pluralidad de nuestra sociedad. Un ejemplo serían las leyes españolas que aunque permiten el cambio de sexo incluso sin cirugía, lo que genera la existencia de más cuerpos diversos, sin embargo tienen un trato paternalista y denigrante ya que solo lo permiten en el caso de que la persona se autodenomine como enferma mental, lo que merma su respetabilidad hacia sí y los demás. 5.- Consideramos que a través de estos ejemplos visuales y de análisis se evidencia la trascendencia del género; importante para evitar su asunción irreflexiva tanto en el individuo como en los otros. De esta manera, recomendamos reflexionar sobre las necesidades de mantener o no aspectos de esa estructura en la diversidad de cada cual. Así, en nuestras sociedades a veces se ridiculiza y menosprecia a la persona que reclama otro género diferente a con el que se le clasifica, sin reflexionar en que sería algo hiriente para cualquier persona. Por ejemplo, un hombre que se identifica como tal se sentiría ofendido si se dirigieran a él como mujer y le trataran como tal, o en el caso de una mujer también puede sentirse ofendida si es considerada un hombre. Luego la identificación del género no es un tema baladí. Personalmente y tal como lo he abordado en mi obra, observar como los transexuales se han modelado a sí mismos me ha hecho ser más consciente de lo construido que está el género, algo que se ha reivindicado desde las prácticas feministas. Otra conclusión que hemos observado es que los valores de femenino y masculino, como sucede en el género, carecen de definición concreta y su función es la de regular y alertar cuando alguien no realiza su rol según lo estipulado. Sin embargo, los conceptos de femineidad y masculinidad no mantienen el mismo significado si el cuerpo se identifica de hombre o mujer. Pues mucho de este afeminamiento de los hombres en una mujer se entendería como gestos excesivamente retorcidos, miradas muy directas, cuerpos musculosos que harían de ellas mujeres masculinas. En consecuencia, otra conclusión es que la femineidad o masculinidad no es natural y se produce de forma consciente o inconsciente manipulando el cuerpo y el rostro con el uso de la ropa, actitudes, actividades, gestos y con el escenario de las imágenes, como hemos analiza- do detalladamente. Por su parte, el paradigma Trans confunde y diluye tanto los géneros binarios como las nociones de femineidad y masculinidad. Un ejemplo a resaltar es la coincidencia de que los únicos transexuales que aparecen llorando son los MaH, es decir, educados como mujeres que se identifican como hombres. Se trata de tres proyectos de cinco, por lo que no es anecdótico ya que se trata de un acto tabú en el hombre como se analizó previamente. El hecho de ser educado en un determinado género aporta unas concesiones diferentes al adoptar otro distinto, creándose otros géneros o modificando los que hay. Aunque esta coincidencia en las fotografías también ha podido darse por los fotógrafos que ante transexuales HaM buscan representar la belleza siguiendo la tendencia en Mujer, pudiendo haber miradas escépticas acerca de si su físico se corresponde con el de una mujer biológica y si consiguen así erotizar. Y el acercamiento del fotógrafo a los transexuales MaH puede ser más íntimo a cómo suelen ser con los hombres biológicos, debido a la educación previa como mujeres, lo que conduce a un registro del proceso a modo de diario. En consecuencia, otra conclusión sería el tipo de relaciones que se establecen entre el fotógrafo y el modelo. Respecto las relaciones entre fotógrafo y modelo así como de la comparación entre retrato y autorretrato: El ejemplo anterior resume la deducción de que el resultado de las fotografías surge de la relación, percepción y participación de ambos, ya que el fotógrafo mira al modelo desde su experiencia e interés y el modelo responde también según lo que perciba y desee. Concluyendo, de forma general y comparada a partir de las relaciones investigadas detalladamente en los análisis, la intención con la que fotografiar al Otro es la de ampliar el imaginario visual promovido por: el deseo, la identificación, el desconocimiento, la búsqueda del enfrentamiento con el modelo o el espectador y la reivindicación. Y las razones que motivan a los modelos para posar son la comprensión y refuerzo de su identidad individual o colectiva, el erotismo de la seducción, la confianza de ser retratado valiosamente, querer provocar al espectador, la experimentación de lo prohibido y de las relaciones de poder en la fotografía. Además en estos análisis aparecen modelos utilizados sin su conocimiento. Basándonos en las razones que motivan a los autores a generar estos proyectos fotográficos, compendiamos las relaciones que se generan con el modelo, las expectativas de ambos y las funciones que toma la fotografía en las siguientes conclusiones: Las relaciones de deseo analizadas son de tres tipos: A) Relaciones de pareja previas con los retratados, cuya complejidad identitaria (como puede ser el cambio de sexo o la enfermedad) es conocida o desarrollada durante la relación. En estos casos, la fotografía se utiliza para aceptar la nueva identidad y seguir mostrando deseo sexual a esta nueva corporalidad. Son fotografías a modo de diario que acompañan el proceso de cambio, reflejan el sufrimiento del retratado en relación a la pareja y ayudan a superar el proceso traumático para el fotógrafo. Artistas que desean a personas con otros géneros, corporalidades o roles de género que no encuentran habitualmente en la sociedad. Ya sean reales, capturados de forma infraganti o falseados por petición del artista, la intención de fotografiarles es la de mostrarlos atrayentes, difundir y alentar a los espectadores a ampliar el imaginario colectivo tanto para desearles como para aceptarles o alentarles si se sienten así. Por tanto, el acto fotográfico toma un cariz erótico donde los modelos aceptan por sentirse halagados y disfrutan de esa relación. Los que desearían ser como sus modelos por poseer valores de masculinidad o femineidad de los que carecen. En estos casos se trata de autorretratos indirectos y nostálgicos de sus frustraciones a través del Otro y de definiciones parciales de masculinidad o femineidad. Los modelos se dejan fotografiar halagados porque se sienten admirados, aunque desconocen realmente la razón de esa atracción. De manera general, los modelos dicen no reconocerse en las imágenes y esperaban otras aunque no comentan si esa nueva visión de ellos les agrada, les es indiferente o molesta. Otra razón es porque artista y modelo comparten la misma identidad y por lo tanto, también el mismo n, mostrar su identidad y crear comunidad. Aunque no se conozcan, se produce una relación de reconocimiento, complicidad y seguridad. El modelo confía en que su imagen mostrará lo que espera de sí mismo ya que ambos comparten la misma visión. Se trata de modelos que necesitan reafirmarse y la fotografía funciona como espejo, ayudándoles a mostrar lo que quieren proyectar de si y reafirmándose en el reconocimiento de la mirada externa. Estos retratos le aportan identidad y orgullo. Artista y modelo también pueden compartir comunidad aunque no necesariamente corporalidad; por ejemplo, pueden ser físicamente diferentes pero tienen una misma nacionalidad que resulta conflictiva o ambos se comportan de forma no estipulada aunque no se parezcan. Por lo general, esto genera un ejercicio mutuo donde el retratado se muestra en la fantasía de cómo le gustaría ser percibido y donde el fotógrafo muestra un imaginario del que está carente y forma parte. En cualquier caso amplían una comunidad escasa en la que ambos se reconocen. Otra razón es el acercamiento empático a identidades desconocidas, al Otro. Puede ser por petición del modelo al fotógrafo, ofreciéndoles la imagen en la que les gustaría reconocerse. En este caso, el fotógrafo actúa de médium, como espejo de los anhelos del retratado. Cuando parte de un proyecto personal del fotógrafo son retratos externos y respetuosos que intentan comprender su identidad desde concepciones diferentes a las estipuladas, reflexionando sobre los estereotipos y las otras formas de ser que existen. En la mayoría de estos casos desconocemos la relación y percepción de los modelos que claramente se dejan mirar y confían en el fotógrafo. Otra razón es la incomprensión al Otro desde el acercamiento de la empatía o la distancia de la neutralidad, pero ambos partiendo de un desacuerdo donde el Otro le produce al artista un conflicto en su identidad. Los que intentan comprenderles a través del acto fotográfico buscan aceptarles o mostrar su identidad. El interés está precisamente en desconocer la opinión o sensación del modelo y los mensajes confusos que trasmiten al espectador que fuerzan a éste hacia la empatía, imaginándose en su lugar sin llegar a poder penetrar en su realidad. En estos casos la fotografía funciona como herramienta para abordar y reflexionar sobre la otredad como conflicto. Mientras, los que parten de la neutralidad ofrecen imágenes espectaculares que distancian al espectador del modelo, posicionándolo como un Otro alejado de su realidad. Las imágenes son respetuosas, por lo que son bien acogidas entre sus retratados, pero en el conjunto se percibe cierta crítica soterrada a la identidad como máscaras sociales que construimos, lo que no implica una crítica al retratado como persona. Otro de los motivos para crear estos proyectos es la búsqueda del conflicto, ya sea con el modelo o con el espectador. Cuando el conflicto se busca con el modelo es para indagar, evidenciar y finalmente liberarse de las relaciones de poder del acto fotográfico. Invierten la relación de poder que se produce entre hombres y mujeres, a la que añaden la producida en el acto de observar y posar. La mujer toma el poder y fuerza al modelo, a través de la pose o vestimenta prohibida según los roles sociales. Sin embargo, ella también se compromete arriesgando su seguridad y estabilidad emocional. La acción fotográfica se convierte en una evidencia de los poderes que existen por ambos lados, un ejercicio de confianza mutua con personas conocidas y desconocidas, y un acto de liberación por ambas partes al traspasar lo prohibido. El resultado de las imágenes no responde ni al deseo del fotógrafo ni al del retratado, pero ambos asumen en esta relación de poderes experimentada que cada uno tiene sus intereses y la imagen es resultado de ambas interacciones. Y especialmente hay numerosos artistas que retratan al Otro con su complicidad, desde su des- conocimiento o de forma impersonal reinterpretando imágenes ya existentes, para enfrentar al espectador a ver tabúes de la representación, así como el efecto de las imágenes en nuestra identidad con la intención de reflexionar y llamar la atención de la mirada del espectador. Además, el uso de imágenes ya existentes o refotografiadas con una nueva perspectiva y narración es especialmente utilizado para propósitos reivindicativos que piden revisiones de la historia. Por lo que concluimos que si en el retrato del Otro la intencionalidad es ampliar el imaginario visual, en el autorretrato principalmente es una búsqueda individual. Las razones que motivan estos proyectos son: verse y aceptarse, forzar los estereotipos, convertirse en un Otro o anularse. El autorretrato y el retrato coinciden en utilizar la fotografía como espejo (para el reconocimiento y aceptación) y forzar las relaciones de poder que genera la fotografía. En el caso del autorretrato comprometen su intimidad doblemente al ampliar el imaginario existente atravesando el tabú y al desarrollarlo en su contexto vital, el artístico (mientras que los modelos suelen ser ajenos al circuito donde sus imágenes circulan). De la síntesis de las razones que motivan a los autores a generar estos proyectos fotográficos y las funciones que adopta la fotografía, concluimos que: Varios artistas utilizan el autorretrato como espejo, necesitan verse reflejados para aceptarse y enfrentarse a su realidad porque no se encuentran representados en el imaginario social. En varios casos se trata de procesos que van documentando la evolución de una enfermedad o transformación física a través del diario o recopilación para recoger el transcurso y sobre todo cumple una función de existencia hacia sí mismos y hacia la sociedad. También hemos analizado artistas que se retratan para ironizar y criticar la angustia que sien- ten ante los estereotipos de género y raza que les presiona en su vida diaria, donde la función fotográfica es la de evidenciar los límites del género, las miradas racistas, colonialistas y de sistemas políticos que se asumen sin tomar consciencia. En otras ocasiones se trata de ejercicios que traspasan ese límite para transformarse en un Otro especialmente con el travestismo, encontrando tres razones para ello: a orar lo prohibido que perciben en sí mismos; deconstruir el género haciendo uso de lo siniestro, el absurdo y la ironía; o liberarse de la identidad propia donde el travestismo se comprende como disfraz con el que poder alcanzar aspectos del Otro que no son posibles en su identidad ordinaria. O bien, la anulación de la identidad y corporalidad, camuflándose con el entorno en un intento de desaparición del yo, donde la fotografía tiene una función liberadora. En la comparación entre los retratos y autorretratos concluimos que los autorretratos favorecen la creación de imágenes más transgresoras y arriesgadas que las del retrato al Otro, pero quedan limitadas a una sola persona aunque se planteé desde varias perspectivas. De lo que extraemos que se debe a que el artista no tiene que negociar con otra persona y ganarse su confianza, él decide hasta dónde se compromete y qué va a hacer con sus imágenes; puede probar sin que signifique hacerlo público; comprende la fotografía como un medio de investigación y creación y no tiene las expectativas preconcebidas del modelo de cómo debe aparecer en la imagen resultante. De este conjunto de deducciones extraemos que entre las disciplinas artísticas, especialmente la fotografía es una herramienta con la que acercarse, conocer y enfrentarse a los conflictos identitarios tanto en del individuo como del Otro y su relación con la sociedad. Y que a través del análisis se evidencia como la involucración personal, tanto del fotógrafo como del retratado, favorece la profundidad del discurso más allá de modas o fotografías que busquen el espectáculo sin profundizar en los significados de la identidad y la otredad, aunque toda imagen por superficial y banal que sea, pueda generar conocimiento ya que amplía el imaginario. Respecto a las estrategias fotográficas: Incluso las imágenes que pudieran ser consideradas negativas para la representación del Otro sirven para dar presencia contra la censura, como hemos analizado en varios de estos autores, imágenes publicitarias y técnicas deconstruidas o reinterpretadas donde se ha invertido el significado. Así, los artistas evidencian como la fotografía antropológica construía identidades con la intención de reflejarles como subdesarrollados y ocultaban la existencia de otros géneros. Respecto a la síntesis fotográfica, utilizada tradicionalmente para crear modelos esencialistas del buen o el mal ciudadano, se invierte su significado para mostrar como las personas manipulan el cuerpo en pro de alcanzar un modelo sobre sí mismos o en contra de una única esencia identidaria; utilizan la síntesis fotográfica para mostrar la duplicidad y pluralidad identitaria del individuo. Respecto a la técnica de la fotografía policial, heredera de la antropológica, que presenta el rostro como sinónimo de identidad, es utilizada para aportarle credibilidad a personas con el rostro manipulado por la cirugía estética, la hormonación, el maquillaje, la pose, el uso de la luz y el retoque informático, o precisamente porque su rostro está manipulado, se cuestiona si la identidad reside en el rostro. Por consiguiente, concluimos que en la fotografía es habitual la manipulación y cómo sus imágenes no tienen que ser sinónimo de verdad. Esto tampoco significa que la manipulación sea sinónimo de falsedad, ya que a menudo estás alteraciones favorecen el acercamiento a realidades o emociones de los individuos que no son perceptibles a simple vista. En la revisión de técnicas descubrimos que algunas evidencian su manipulación como el collage, la refotografía, el apropiacionismo, el retoque informático y diversos sistemas narrativos así como otras que no lo evidencian, pero se basan en la manipulación, ya sea transformando el contexto o al individuo mediante la fotografía de estudio (de cuerpo y rostro), el travestismo y las reinterpretaciones de obras artísticas o de imágenes. De lo que extraemos que el collage les permite desvelar significados codificados de las imágenes, mostrar angustias y fantasías; la refotografía deconstruir el género; el apropiacionismo cambiar los significados de las imágenes; las manipulaciones del ordenador crear prototipos con los que criticar o desear aspectos identitarios; fotografiarse con objetos simbólicos codificar significados; y asociar y comparar imágenes en álbumes, diarios o archivos les favorece a crear visiones personales de la historia y las representaciones del género. Por lo que las diferentes estrategias son utilizadas por los artistas para traer las connotaciones que tradicionalmente se le han asociado a cada técnica o estilo. Según hemos percibido, la fotografía artística ha transmitido artificio y falta de sinceridad, por lo que muchos autores eligen formas de la cultura popular y vernáculas para transmitir certeza, ya que estas imágenes se relacionan con espontaneidad y falta de premeditación. Así el álbum familiar, el diario o la fotografía amateur, transmiten autenticidad y privacidad; las imágenes tipo paparazzi transmiten veracidad, lo prohibido y el riesgo. Las fotos compara- das se utilizan para implicar cambio usando el recurso del antes y después de la publicidad; la fotografía de carnet aporta credibilidad y respetabilidad a personas de las que carecen en su cotidianeidad y el uso del documental hace convincente la narración. Sin embargo, las imágenes que imitan los still film son utilizadas para transmitir deseos, fantasías o varias realidades recogiendo el universo de acción del cine. Para crear prototipos se tiende a la fotografía de carnet, a imitar la imagen editorial, a la fotográfica seriada de la escuela de Düsseldorf o a la fotografía de estudio. La fotografía de estudio también es utilizada para imaginar varios yoes y la fotografía que imita a la copia antigua generalmente se utiliza para evocar descubrimiento y lo insólito. Estos artistas también han recurrido al aspecto del periódico para infundir la sensación de información y la fotonovela para inspirar fantasía y suavizar el contenido provocador de la temática. En los análisis se percibe como la forma de presentación acaba dirigiéndose a un tipo de espectador y finalidad. Del estudio extraemos que principalmente se dirigen al público del arte con posibilidad de compra, ya que su presentación más habitual es la tradicional copia en papel sobre pared, ya sea dispuesto de forma común o componiendo formas más inusuales como largas las o imágenes agrupadas. En este gran conjunto de obras también se incluyen las denominadas de arteterapia, concebidas como piezas artísticas y liberadoras del trauma de las que desconocemos si su finalidad era también la venta como lo es hoy en día formando parte del recorrido de galerías, museos y colecciones. Las versiones en forma de instalación, dirigidas a la experiencia del espectador, son menores. Entre ellas se encuentra The Park de Kohei Yoshiyuki (entorno a los años 70) quien preparó la sala a oscuras con copias a tamaño real y los espectadores debían ir viendo la exposición con infra-rojos y a flashazos de luz, simulando la experiencia prohibida del fotógrafo mientras fotografiaba a los mirones. También están dispuestos en forma de instalación, las composiciones en murales o archivos, que tienden a ser subvencionados por museos cuando son de grandes dimensiones. Dirigido a un público más amplio con intención de compra son los trabajos presentados en revistas, publicados en libros y foto-libros. Los editados en revistas tienden a ser más informativos y a personas que no tienen por qué estar interesadas en el arte, mientras que los otros se dirigen a un público más específico, disminuyendo su visibilidad. Los proyectos ideados para foto-libros han sido numerosos, por lo que se percibe como práctica en aumento. Tienden a ser manejables, de tamaños pequeños, sin texto o con poco, y tienden a transmitir procesos vitales. Son íntimos y personales, relacionados con el diario o el álbum de fotos. A diferencia del libro, el número es escaso en copias lo que lo convierte en objeto de coleccionista, pasando de la naturaleza más popular del libro al de objeto exclusivo y restringido, como es habitual en el arte. Aun así, varios de esos proyectos previamente han sido (y continúan siendo) difundidos en internet abriéndose gratuitamente a un público potencialmente mayor aunque sin la experiencia del papel, las propuestas narrativas y las texturas del foto- libro. La mayoría de estos proyectos tratan la transexualidad haciéndose evidente que, ante todo, son proyectos que buscan la difusión de estas realidades. Otra peculiaridad de este formato es que permite el audio, la animación, el video y la interacción, con posibilidad de contactar espectador, retratado y artista. BIBLIOGRAFÍA Barthes, R. (1973). 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