Teletrabajar no es conciliaranálisis con perspectiva de género de los micro machismos aceptados en nuestra nueva realidad
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Universidad de Jaén
info
- Juan Carlos Suárez Villegas (coord.)
- Natalia Martínez Pérez (coord.)
- Paola Panarese (coord.)
- Eva Hernández Martínez (coord.)
Editorial: Dykinson
ISBN: 978-84-1377-311-7
Año de publicación: 2020
Páginas: 566-581
Tipo: Capítulo de Libro
Resumen
Teletrabajo y conciliación son dos de las principales palabras que se han repetido en los últimos meses. Como consecuencia de las medidas adoptadas para frenar la penetración del virus COVID19, millones de personas se encontraron de la noche a la mañana teniendo que desarrollar sus tareas laborales desde casa. Nos llevamos las oficinas, las reuniones y/o los informes, de las sedes de las empresas (o Universidades) a los salones de nuestras casas; convertimos el dormitorio, un espacio de la cocina o cualquier rincón con luz y una mesa en habitáculos donde intentar –con mayor o menor fortuna– continuar con las tareas que antes conllevaban desplazamientos, interacción con nuestros compañeros/as y alguna que otra hora extra. Buscamos enseñar, producir o vender como si este fuera nuestro medio habitual y no estuviésemos en una situación excepcional que nos han repetido que viene para “quedarse”. Todo ello coincidió con la necesidad de compaginar esa actividad en nuestro domicilio con la convivencia familiar. Mientras se intentaba cumplir con cierta normalidad con las “horas de trabajo”, se tuvieron que desarrollar las tareas asociadas al cuidado de la llamada unidad familiar.Durante meses, teletrabajar dejó de ser una utópica y perseguida herramienta para conciliar y pasó a ser la constatación real de que esta forma de organizar el trabajo no era la respuesta esperada para avanzar hacia la corresponsabilidad. La razón última se encuentra en que nos quisieron hacer creer que ambas cosas eran las dos caras de una misma realidad. Demostrarlo aplicando la perspectiva de género al caso español es el objetivo de este trabajo.