L`espace intime dans les romans parisiens d`Alphonse Daudet

Resumen

En este convulso siglo XIX, París se convierte en la ciudad hacia la cual se vuelven todas las miradas. Allí se vive intensamente. La modernidad de la que hace gala fascina a la par que intimida, ya que los profundos cambios, sociales, culturales, etc. que allí se dan a lo largo de este siglo, no dejan indiferente a nadie. Numerosos escritores de provincias se desplazan hasta la capital en busca de mejor fortuna y para hacerse un nombre dentro del mundo de las letras. Alphonse Daudet, como numerosos escritores, entre ellos Zola, se sirven de París como marco para sus novelas. Las de nuestro autor nos ofrecen una visión precisa de esa época y de la sociedad, de ahí que las podamos considerar como roman de moeurs. En esta ciudad en plena mutación y de contrastes, conocida bajo el nombre tópico de la Babilonia moderna, se desarrollan las novelas que forman parte de nuestro corpus de trabajo. Recorremos de la mano de Daudet, los distintos barrios de la capital, barrios burgueses, obreros, el Barrio latino, etc. con sus particulares recovecos que nos dan una visión muy acertada del París de esa época. Nos hemos centrado en la vida intramuros de la capital, en ese espacio protegido en el que el individuo se muestra tal y como es, lejos de la moderna frivolidad. El espacio privado de las novelas está muy marcado por la especial relación que Daudet ha mantenido a lo largo de su vida con su propio hogar, sobre todo durante la primera etapa de su vida, crucial para nuestro autor, ya que decía que «à quinze ans, vingt ans tout au plus, on est achevé d’imprimer» (Notes sur la vie). Esta relación tan estrecha con el espacio se traduce en la búsqueda de un hogar sólido, sobre todo en lo que atañe a sus ocupantes. Esta particular concepción del espacio también aparece reflejada en sus personajes. De manera general, estos muestran una profunda insatisfacción por el lugar que ocupan, que les impide echar raíces y buscar constantemente un sitio donde construir su propio hogar, normalmente idealizado, donde poder refugiarse. Así pues, la mayoría de lugares que ocupan los personajes de las novelas de nuestro corpus, son de paso. Las casas donde viven no se heredan, son prácticamente casas sin pasado, y rara vez el hogar inicial sobrevive a la intriga, luego no hay posibilidad de que se transmita. Por otro lado, el hogar adquiere mayor importancia a lo largo de este siglo, se observa un especial recelo y cuidado de lo que pasa en su interior. A lo largo de nuestro estudio el autor nos permite adentrarnos en esos hogares tan variopintos de la capital que distan mucho de ser un remanso de paz. Estos microcosmos, en donde transcurre una vida vedada a la mirada externa, reflejan fielmente el carácter de sus personajes y el comportamiento entre estos. Detrás de fachadas imponentes, descubrimos la mezquindad y el cinismo de una sociedad que vive para el exterior, para las luces, descuidando lo interior, el hogar.