Turbiditas calcáreas del Cretácico al norte de Vélez blanco (zona subbética): bioestratigrafía y génesis

  1. R. Aguado 1
  2. L. O'Dogherty 2
  3. J. Rey 1
  4. J.A. Vera 1
  1. 1 Universidad de Granada
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    Universidad de Granada

    Granada, España

    ROR https://ror.org/04njjy449

  2. 2 University of Lausanne
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    University of Lausanne

    Lausana, Suiza

    ROR https://ror.org/019whta54

Journal:
Revista de la Sociedad Geológica de España

ISSN: 0214-2708

Year of publication: 1991

Volume: 4

Issue: 3-4

Pages: 271-304

Type: Article

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Abstract

En el Cretácico al noreste de Vélez Blanco (Subbético Interno) se aprecian importantes variaciones en el espesor, en la litología y en la edad de los materiales representados en cada corte, según se deduce del estudio conjunto estratigráfico, sedimentológico y bioestratigráfico integrado (foraminíferos planctónicos, nannoplancton y radiolarios). El término inferior (Fm. Carretero, Berriasiense-Barremiense) aflora sólo localmente y presenta facies claramente pelágicas. Los materiales del Aptiense-Albiense (Fm. Fardes) presentan también facies pelágicas y, en amplios sectores, tienen intercalaciones de depósitos turbidíticos carbonatados, localmente muy importantes. Entre los materiales turbidíticos destaca la presencia de una megacapa formada por fragmentos de tamaño muy diversos de calizas marinas someras del Jurásico medio redepositadas en la cuenca pelágica durante el Aptiense, que puede alcanzar los 60 m de espesor y que puede ser considerada una sismoturbidita. Los materiales del Cenomaniense-Turoniense-Coniaciense-Santoniense (pro parte) han sido reconocidos en facies pelágicas en dos formaciones (Fm. Capas Blancas y las "brechas carbonatadas del Cretácico superior") que cambian lateralmente entre sí. El término superior, la Fm. Capas Rojas (Santoniense superior-Maastrichtiense), presenta un dispositivo solapante expansivo (onlap) de manera que con frecuencia recubre antiguos relieves de materiales jurásicos que estarían previamente expuestos al fondo marino y fosiliza los escarpes de antiguas fallas. En el seno de estos materiales pelágicos del Senoniense también pueden aparecer esporádicas intercalaciones de turbiditas calcáreas. El depósito de las turbiditas carbonatadas ocurrió en pequeñas cubetas limitadas por fracturas, concretamente por fallas normales. Los flujos de sedimentos por gravedad se alimentaban de los relieves submarinos formados por materiales, jurásicos y cretácicos, y de los escarpes de las fallas que los limitaban. Se trataría de cuerpos sedimentarios depositados de acuerdo con un modelo de tipo apron, en unos casos de escaso espesor (niveles de calcarenitas) y en otros de espesor mayor (turbiditas brechoides calcáreas y la megacapa). Especial interés tienen los niveles turbidíticos oolíticos formados mayoritariamente (o exclusivamente) por oolitos procedentes de la Fm. Camarena (Jurásico medio) la cual estaría ampliamente expuesta en el fondo marino desde donde se alimentarían las corrientes de turbidez y los flujos gravitacionales en masa.