Entre el artificio y el géneroel cine pornográfico
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Universidad de Guadalajara
info
ISSN: 1405-9436
Año de publicación: 2001
Volumen: 2
Número: 14
Páginas: 290-309
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Revista de estudios de género: La ventana
Resumen
Lo que aquí presento no es tanto una realidad aprehensible, sino cuanto más una temática, el género, el cine, el poder, que tienden a diluirse en cuanto intentamos acercarnos. En este trabajo, alejándome de mis primeros planteamientos, no trato los cines donde se proyecta un particular género cinematográfico, sino que, por el contrario, reflexiono sobre ese cine en sí mismo. En última instancia es una cuestión de obviedades: aquí obvio al espectador, como en aquellos otros trabajos obviaba la película. Y por obviar entiendo simplemente que doy algunas cosas por hecho; es decir, que en un plano analítico están tomadas unas frente a otras y, por lo tanto, no quiero aseverar que yo no crea que no existan o que no sean importantes, simplemente están en otro plano de análisis.Se dice, no sin falta de razón, que el cine pornográfico, la pornografía en general, trocea el cuerpo humano, que es una suerte de carnicería despiadada que mutila sin piedad la supuesta integridad de lo humano. Resultando de todo ello no sólo una carnicería sino, ante todo, una falsedad de la auténtica unidad del cuerpo y, seguramente, del alma. Pero esta mutilación que realiza la pornografía no es un fenómeno único de esta representación, ni la única forma de mostrarse ni, acaso, el único medio. El problema de la pornografía (y por inclusión del cine X), si es que planteamos como problema su propuesta icónica, es que es más que una simple carnicería, una simple forma de destrozar el cuerpo; es, incluso, más que una simple o compleja forma de mostrar (y proporcionar) placer.El problema del cine X, por centrarlo sobre un soporte, es obviamente el del cine:la imagen, el movimiento, su ficción como documento. Todo en él es como un documento, como una muestra, a veces incoherente, de la realidad: tal cual la construyen, la significan, la muestran, la visionan y la interpretan otros, siempre otros.Ése es, sin duda, el problema del cine X, es un cine de otros, para otros y con otros.