Recent and active faults and folds in the central-eastern Internal Zones of the Betic Cordillera
- A. Pedrera
- J. Galindo-Zaldívar
- C. Marín-Lechado
- F.J. García-Tortosa
- P. Ruano
- A.C. López Garrido
- J.M. Azañón
- J.A. Peláez
- F. Giaconia
ISSN: 1886-7995, 1698-6180
Any de publicació: 2012
Títol de l'exemplar: Active Faults in Iberia
Volum: 38
Número: 1
Pàgines: 191-208
Tipus: Article
Altres publicacions en: Journal of iberian geology: an international publication of earth sciences
Resum
Las estructuras tectónicas más recientes que deforman la parte centro-oriental de las Zonas Internas de Cordillera Bética (entre 3.1º y 1.7ºO y al sur de 37.525ºN) son fallas y pliegues que comenzaron a formarse aproximadamente en el Mioceno superior en un contexto de colisión continental N-S/NO-SE y moderado engrosamiento cortical. En este marco tectónico, pliegues y fallas transpresivas dextras e inversas de direcciones E-O/OSO-ENE favorecieron la emersión del borde norte de la paleocuenca de Alborán y la progresiva desconexión de pequeñas cuencas intramontañosas. Además, comenzaron a formarse las grandes zonas de falla de Palomares y Carboneras, con direcciones NNE-SSO y NE-SO respectivamente y movimientos sinistros, que también han condicionado la evolución de la Cordillera Bética oriental desde el Mioceno superior. Algunas fallas con salto normal/normal-oblicuo y trazas NO-SE/ONO-ESE también se han desarrollado ampliamente en toda la zona de estudio. La colisión, aún activa, permite que algunos pliegues y fallas continúen propagándose en la actualidad, eventualmente causando terremotos con magnitudes moderadas. El Campo de Dalías y los sectores adyacentes, deformados por pliegues activos de direcciones ENE-OSO y fallas NO-SE/ONOESE normales-oblicuas, probablemente representan la zona con mayor concentración de terremotos importantes (Mw 5.0-6.5) con eventos recurrentes en 1804, 1910 y 1994. Al este del Campo de Dalías, una amplia zona de falla normal se extiende en dirección NO-SE desde Almería hasta la cuenca de Tabernas. Esta zona de falla muestra evidencias de funcionamiento durante el Cuaternario y tiene sismicidad moderada asociada a su terminación septentrional (el terremoto de Gergal en 2002 con Mw 4.7; y posiblemente el terremoto de Nacimiento en 1894 con intensidad VII). La zona de falla de Palomares es también responsable de terremotos moderados en la Cuenca de Sorbas-Vera (terremoto de Vera en 1518). En la parte central del corredor del Almanzora, alguno de los segmentos de falla normal que se extienden entre Lúcar y Somontín podría ser responsable del terremoto de Lúcar, en 1932 (Mw 4.8 e intensidad VIII). Al este, entre Albox y Partaloa, se han descrito fallas inversas y pliegues asociados que deforman sedimentos cuaternarios. Aunque algunas de estas estructuras muestran evidencias de funcionamiento lento y progresivo durante el Cuaternario, el terremoto de Partaloa en 1972 (mbLg 4.8 e intensidad VII) pudo ser causado por la actividad de cualquiera de estos segmentos de falla inversa que deforman la parte occidental de la cuenca de Huércal-Overa.