El ritmo teatral. La configuración rítmica de la existencia como sistema de creación en la vanguardia de 1900 y su recepción en la Needcompany, la Socìetas Raffaello Sanzio y la Peeping Tom

  1. Gázquez Martínez, Antonio Ramón
Dirigida por:
  1. Christel Stalpaert Director/a
  2. Francisco Lagares Prieto Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 22 de marzo de 2019

Tribunal:
  1. Pedro Antonio Galera Andreu Presidente
  2. María del Mar Garrido Román Secretario/a
  3. Victoriano Peña Sánchez Vocal
  4. Nicoletta Braga Vocal
  5. María del Mar Bernal Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El origen de este proyecto de investigación nace de nuestro interés por el ritmo como elemento primordial capaz de permitir la organización de los elementos escénicos en las nuevas propuestas y tendencias de teatro posdramático, denominado así por Hans-Thies Lehmann. Este nuevo teatro, que supera la estructura del drama como identificó Peter Szondi en su Teoría del drama moderno (1956), se centra en la permanente actitud del actor, en su naturaleza, y en su entorno (sonoro, plástico) para dar facultades teatrales a lo representado. Este teatro trabaja para entender el drama como algo dinámico, existente en la forma, en el color, en el espacio y en su potencialidad. El estudio de esta Tesis nace de la lectura del libro Estética de lo performativo (2004) de Erika Fischer-Lichte, donde se plantea y discute sobre la capacidad del ritmo como fundamento vertebrador del teatro posdramático. Este elemento, que se podría definir como una forma de suceder en el espacio a través de la acción y la pausa, es el que realiza una correspondencia entre el espacio, el sonido y el propio cuerpo del intérprete para prevalecer en la escena. Es un elemento que estructura el tiempo, que lo ordena; y todo lo que ocurre y se presencia, incluso el silencio, se relaciona e interactúa con él. Su importancia es tal que se transforma y va de la mano con los cambios sociales de cada momento a lo largo de la Historia. Así lo establece Paul Ricoeur en Tiempo y narración I (1983), planteando que el sistema de composición narratológica coincide con la percepción del tiempo de una sociedad. Y es que el arte siempre ha estado relacionado con su contexto, con sus necesidades; es así que debemos realizar una traducción entre los ritmos de la sociedad y los ritmos del arte para entender el proceso de variación y confluencia entre ambas: El arte se mimetiza con la vida; al igual que el ritmo es vida y también define al arte. Nuestra investigación, que quedará dividida en dos bloques diferenciados, tomará este elemento tensional como punto de partida para realizar un recorrido a través la Historia del Arte y su relación con el teatro: El primer gran bloque, que realiza un itinerario (desde los orígenes del teatro a la configuración del drama, y desde esta a la aparición de las vanguardias), analiza el concepto de ritmo para realizar un trasvase mimético entre ética y estética y aplicarlo así al contexto teatral. A través del estudio del ritmo evaluaremos las variaciones que ha ido experimentando la sociedad, sus cosmovisiones -y por consiguiente las tensiones que ha generado- para llegar al punto en el que nos encontramos a día de hoy. Es así que podríamos decir que los elementos que ritman la vida ocasionan la correspondencia con los elementos que confluyen en la escena. Dependiendo de la época de estudio diferenciaremos entre el modelo pre-dramático (ritmos cíclicos y orgánicos de la naturaleza), el modelo dramático (el tempo) y el modelo rítmico-vectorial (ritmos del siglo XX). Así, el modelo pre-dramático surgirá de la visión e imitación de los ritmos de la naturaleza por parte del hombre primitivo en nuestros orígenes. De ahí que su ritual performativo se caracterice por la misma estructura cíclica y regular de las manifestaciones naturales: planteamiento (nacer), nudo (crecer) y desenlace (morir). La profesionalización de los ritos chamánicos acabará por expulsar el sentido religioso, la fe, para dar paso al socratismo y a la medida de la razón sobre los torbellinos energéticos del devenir universal. Esta razón, que ocasionará la aparición de la ciencia, colocará al hombre como dominador de todas las esferas de la naturaleza. Y así aparecerá el modelo dramático: cuando la estructura performativa del modelo anterior se racionaliza, la acción del relato se convierte en el epicentro del acto creativo.Este interés en la acción, y su sustentación en las nociones de plenitud, verosimilitud y causalidad, perdurará hasta finales del siglo XIX. Para el tercer modelo, denominado rítmico-vectorial, la importancia recaerá sobre las vanguardias. A partir de la reteatralización vectorial que realizan estas tendencias, el teatro se reedifica en la idea de ritmo como elemento vertebrador. Cada vanguardia generará un tipo distinto de tensión, pasando del silencio del simbolismo a la síntesis simultánea de los creadores futuristas. Asimismo, este modelo que también pondrá su atención en la creación de la obra de arte total generará, a través de las correspondencias y la sinestesia una hibridación entre las artes visuales y las artes escénicas. En esta línea trabaja uno de los últimos artistas de vanguardia, Oskar Schlemmer y su Ballet Triádico. Este espectáculo, intento de crear un teatro de la abstracción a través de los elementos estáticos del teatro (vestuario, escenografía e iluminación), se encontrará con la problemática de posicionarse ante las analogías. Por tanto, cabría preguntarse: ¿qué tipo de espectáculo hubiese sucedido si en vez de traducir las formas plásticas en vectores escénicos estáticos, se hubiesen traducidos los vectores de la acción, es decir, la trama y la metodología interpretativa? Aunque es cierto que el centro de la pesquisa es la relación directa entre las artes plásticas y las artes escénicas de vanguardia, nos interesa dar un paso más y analizar las relaciones directas que se establecen entre los procesos de creación de las artes de vanguardia y las estrategias que llevan a cabo tres grandes compañías de artes escénicas de la actualidad como son la Needcompany, la Socìetas Raffaello Sanzio y la Peeping Tom Dance. De esta forma, el segundo gran bloque de la Tesis irá destinado al estudio del ritmo de la posmodernidad a través de estos ejemplos concretos para realizar un análisis del elemento tensional en el nuevo “modelo rítmico”. En nuestro estudio fijaremos primero la mirada en el trabajo de Jan Lauwers con la Needcompany, cuya dramaturgia surgirá de un intento de deconstrucción de los mecanismos de dominación que la iconosfera ejerce sobre las sociedades occidentales. Para este objetivo, Lauwers trabajará con la simultaneidad y la desacralización de la tradición teatral: discontinuidades, distanciamientos, metaficciones, etc. De esta manera, Lauwers con su Needcompany llegará a convertirse en uno de los máximos exponentes de la estética del teatro posdramático. A continuación, analizaremos la obra de la Societas Raffaello Sanzio, compañía teatral fundada en 1981 por Romeo Castellucci (director de teatro, escenógrafo y artista plástico), junto a su hermana Claudia y a Chiara Guidi. Esta compañía, que se asentará en la radicalidad y la experimentación, reúne en escena todo tipo de expresión artística y todo tipo de cuerpos y materiales plásticos. Sus textos se diluyen a favor de la imagen y de sonidos renovadores para crear una estética excesiva y provocadora deudora del “Teatro de la crueldad” de Antonin Artaud. Y es que la Socìetas querrá recuperar la idea de tragedia a partir de un ejercicio iconoclasta. Por otro lado, y para terminar el estudio de este nuevo modelo rítmico, estudiaremos a la compañía de danza teatro belga Peeping Tom, fundada por Gabriela Carrizo y Franck Chartier. Esta compañía, cuya estética se caracteriza por un hiperrealismo exacerbado anclado siempre en espacios muy concretos (un jardín, una sala de estar, un sótano, etc.) crea un universo inestable a través de la danza que desafía la lógica del espacio y del tiempo y crea sus propios ritmos basados en la incomunicación, el inconsciente, los miedos y los deseos. Será la Peeping Tom una de las primeras compañías teatrales que represente lo que puede llegar a ser una nueva forma de sentir en las sociedades occidentales, hablamos del metamodernismo. Tras el estudio de estos tres ejemplos y de sus obras más importantes analizaremos sus relaciones rítmicas, así como la influencia que sobre ellas han ejercido las vanguardias de 1900. Y es que nuestra intención será la de desvelar el camino que en la actualidad están recorriendo las artes escénicas. ¿Estamos ante nuevas prácticas estéticas o quizás sólo se trata de una adecuación manierista de las estrategias de creación de las vanguardias? ¿Existe una diferencia rítmica entre ambas? De esta manera, el ritmo se vuelve el punto de reflexión para al entendimiento de la historia del teatro occidental, poniendo el foco de atención en la práxis escénica contemporánea. Y es que nuestro estudio quiere esgrimir si el teatro actual se muestran como un espacio de contestación y resistencia, a través del cual podemos generar una extensión política en contra de los tiempos del neoliberalismo económico y la sociedad del espectáculo.