Análisis de un territorio ibérico del Alto Guadalquivir
- GÓMEZ CABEZA, FRANCISCO DE PAULA
- Arturo Ruiz Rodríguez Director
- Juan Pedro Bellón Ruiz Codirector
Universidad de defensa: Universidad de Jaén
Fecha de defensa: 10 de febrero de 2016
- Francisco Burillo Mozota Presidente/a
- Manuel Molinos Molinos Secretario
- Fernando Quesada Sanz Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El antecedente inmediato a esta tesis doctoral se inserta en el Proyecto “Bæcula: Batallas, Acciones y Escenarios. La Segunda Guerra Púnica en el Alto Guadalquivir”, desarrollado por el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica dentro del Plan Propio de Investigación de la Universidad de Jaén (2002-2003). Dicho proyecto entroncaba con una amplia tradición científica, que arranca desde finales del siglo XIX, principalmente, que ha investigado la trascendencia de estos episodios bélicos de la antigüedad, basándose casi única y exclusivamente en las fuentes romanas, fundamentalmente en Polibio y Tito Livio. El proyecto superaba esta debilidad metodológica y la resolvía con originalidad, puesto que hasta entonces habían sido nulos los intentos de contrastar arqueológicamente, sobre el terreno, las interpretaciones o valoraciones desprendidas de la lectura de tales fuentes históricas. El Alto Guadalquivir se convirtió entre los años 215 y 205 a.n.e. en una de las zonas determinantes para el desarrollo de la Segunda Guerra Púnica. En la provincia de Jaén se localizaban varios puntos estratégicos para cartagineses y romanos que, sin duda, decidieron y modificaron el desarrollo general del conflicto entre ambas potencias mediterráneas. Para el desarrollo del Proyecto, el caso más paradigmático es el de la localización de la Batalla de Bæcula (208 a.n.e.) en las inmediaciones de Bailén, que había sido ampliamente investigado desde que Brewith (1914), seguido por Schulten y Lammerer (Bosch y Aguayo, 1955) estableciese, basándose en criterios fundamentalmente toponímicos y sin ninguna contrastación arqueológica (por otra parte difícil de resolver dado el desconocimiento de los materiales arqueológicos del siglo III a.n.e.) que el campo de batalla se encontraría en el entorno de la ciudad citada, interpretación que más tarde apoyarían otros autores, como Kromayer y Veith (1922) y, finalmente Scullard (1970), quien desarrolló la estructura del enfrentamiento y el emplazamiento de los campamentos de los contendientes. La primera parte de esta Tesis Doctoral se centrará en lo que hemos denominado estudio semimicro, en el que la investigación irá dirigida hacia aquellos lugares que cumplan los criterios topográficos que describían Polibio y Tito Livio, buscando dicho escenario bélico en todos los territorios de los oppida ibéricos de nombre desconocido que funcionan durante el periodo de la Segunda Guerra Púnica en el alto valle del Guadalquivir. Se ha desarrollado una metodología de prospección que aúna fuentes históricas con criterios arqueológicos para la localización de este escenario bélico,ensayándose diferentes protocolos de documentación superficial y de lecturas de las características topográficas que aparecen descritas en las fuentes. El resultado de este proceso es, como se podrá ver en el desarrollo de esta Tesis Doctoral, la localización de restos arqueológicos de acciones bélicas antiguas en un único lugar: el Cerro de las Albahacas, en el término municipal de Santo Tomé, que identificamos con la Batalla de Baecula. En dicho cerro se cumplen todos y cada uno de los descriptores topográficos de Polibio y Tito Livio, y se pudo constatar la presencia de elementos adscribibles a la Segunda Guerra Púnica. Por tanto, si llegamos a la conclusión de que el Cerro de las Albahacas es el escenario de la batalla, esto conlleva que el oppidum más cercano a dicha localización, ubicado en Los Turruñuelos, a apenas tres kilómetros del cerro, debería identificarse como la ciudad de Baecula. La localización de la batalla y el hecho de poder dar nombre a uno de los oppida del Alto Guadalquivir abre una serie de objetivos muy amplios, destinados no sólo a la investigación histórica, sino también a la valoración y el ensayo de estrategias metodológicas particulares, y a la difusión pública de los resultados. Todo esto implica: la investigación del desarrollo de la acción bélica, el registro de todos los elementos que configuraron el escenario de la batalla, el análisis macro-espacial de las estructuras de poblamiento indígena en ese momento y su evolución en el contexto de la Segunda Guerra Púnica, así como la posible existencia de sistemas de control del territorio a finales del siglo III a.n.e., explicados en el mismo contexto de confrontación bélica. Esto nos ha llevado a estructurar la parte correspondiente al análisis posterior a la localización de la batalla en dos apartados diferenciados, por un lado un capítulo dedicado al análisis macroespacial del territorio del oppidum de Baecula y por otro el estudio microespacial de los restos de la batalla. Por tanto, el segundo capítulo se centrará en el análisis de la evolución del poblamiento de época ibérica en el territorio de Baecula, para lo que será necesario un apartado dedicado al marco geográfico, con el fin de objetivizar los rasgos más destacados que definen el paisaje del entorno del oppidum de Los Turruñuelos, a través de un análisis global que contemple aspectos geológicos, edafológicos, geomorfológicos, recursos hídricos, usos del suelo, etc.Todos estos aspectos contienen en sí mismos las claves para una adecuada interpretación de las estrategias de ocupación del territorio y de la articulación de las relaciones del hombre con el medio, inmersas en un complejo proceso de adaptación que debe ser comprendido a partir de una lectura que tenga en cuenta, de una parte, las potencialidades productivas ofrecidas por los recursos del entorno, y de otra, el grado de desarrollo tecnológico, político y social de la cultura ibérica. Para el estudio y documentación de los restos visibles en superficie optamos por desarrollar una metodología que incorpore nuevas tecnologías de georeferenciación, para conseguir no solo incrementar la precisión de los datos obtenidos, sino también crear un protocolo que permita y agilice la incorporación directa de los datos al SIG (Sistema de Información Geográfica). Para lograr este objetivo decidimos apoyar las tareas de prospección con un GPS de mano, herramienta excelente para planificar este tipo de trabajos. El empleo de este instrumento solventa ciertos problemas de referenciación en determinadas zonas (vegas, llanuras, laderas continuas, sitios de barbecho,…) y también es un instrumento útil para determinar zonas objeto de análisis, bien en puntos concretos (usualmente desconocidos para el arqueólogo), bien a la hora de establecer recorridos en zonas que vayan a ser analizadas sistemáticamente, pudiéndose establecer recorridos de referencia previos para cada miembro del equipo. Veremos como la articulación del sistema de posicionamiento y distintos programas integrados facilitan la disponibilidad de un sistema de registro de alta versatilidad en el campo.Como hemos mencionado los datos de campo adquiridos están pensados para integrarse en un SIG, con el objetivo de poder almacenar toda esta información de un modo que agilice su consulta y facilite los análisis que puedan plantearse, que en su mayoría sólo pueden llevarse a cabo a través de las utilidades de un software SIG sobre una base de datos diseñada para formar parte del mismo. Los trabajos de prospección realizados en este apartado de la Tesis Doctoral corresponden a la macroprospección y a la hora de afrontarla para entender el territorio circundante al oppidum de Los Turruñuelos, estableceremos una escala de intensidades de prospección que nos permitan un mejor acercamiento a la realidad arqueológica de la zona. Así, este trabajo será el resultado de una combinación de diferentes métodos de prospección en función de la zona concreta que estemos analizando y de las cuestiones que estemos interesados en resolver. Para analizar la evolución del poblamiento ibérico de la zona estudiaremos cada una de las fases generales establecidas para la cultura ibérica, en el que se ha tratado de establecer una jerarquización en función de una serie de variables, entre las que destacan la extensión superficial, la localización, la relación con la red hidrográfica, la distancia a los vados, la concentración visual, la capacidad de uso del suelo y por supuesto los materiales arqueológicos. El tercer capítulo corresponde al análisis de los restos de la batalla de Baecula con la metodología de Microprospección. Hemos de pensar que el análisis de un escenario bélico de la antigüedad como el localizado en el Cerro de las Albahacas, debe enfrentarse a la dificultad de buscar los restos de un suceso que tuvo lugar en un único día y del que la mayor parte de la información será aportada por los elementos metálicos que quedaron caídos tras el conflicto. A este tipo de restos habría que añadir la presencia de los dos campamentos que según las fuentes históricas se localizaron en la cima del cerro; en un primer momento el campamento de Asdrubal Barca atacado por las tropas de Escipión y con posterioridad a la batalla el campamento que el ejército romano construye y ocupa durante al menos unos días. Por tanto, este tipo de microprospección tiene como objetivo el estudio de dispersión tanto de los elementos cerámicos como de los elementos metálicos que se localizan en el área de la batalla. El estudio del entorno del Cerro de las Albahacas se ha desarrollado desde 2006 a 2011 en el marco del Proyecto Baecula, con un equipo multidisciplinar que he codirigido Como veremos en el desarrollo de este trabajo, fue en la cima del Cerro de las Albahacas donde el 8 de abril de 2004 localizamos las primeras evidencias que indicaban que en su entorno se habría desarrollado, al menos, una batalla cronológicamente adscribible a la Segunda Guerra Púnica y cuyos rasgos topográficos coincidían con los descritos en las fuentes romanas señaladas sobre el escenario de la Batalla de Baecula. Dichas descripciones indicaban varios elementos topográficos que, con las limitaciones lógicas, pretendíamos identificar en la actualidad, así como hacían mención de ciertas entidades estructurales, como campamentos, que eran susceptibles de ser localizados mediante metodología arqueológica. Esta suma de elementos nos aporta un primer marco de referencia. El primero, el topográfico, por lo que se plantea una descripción de la estructura y morfología del cerro; y, por otra parte, nos ofrece una descripción clara (no discutiremos aquí su veracidad) de la configuración de la totalidad del escenario y del desarrollo de la acción que, a nivel antrópico, cuenta con una serie de marcadores claros. Dichos elementos –no en su totalidad, como veremos- han sido identificados en mayor o menor medida tras la realización de este trabajo, convirtiéndose en suma en uno de los escenarios bélicos de referencia para la guerra antigua, siendo un hito, una excepción en el marco de la Segunda Guerra Púnica, puesto que no disponemos de ningún caso similar en España, Francia, Italia o el norte de África. Como veremos en el desarrollo de este trabajo, fue en la cima del Cerro de las Albahacas donde el 8 de abril de 2004 localizamos las primeras evidencias que indicaban que en su entorno se habría desarrollado, al menos, una batalla cronológicamente adscribible a la Segunda Guerra Púnica y cuyos rasgos topográficos coincidían con los descritos en las fuentes romanas señaladas sobre el escenario de la Batalla de Baecula. Dichas descripciones indicaban varios elementos topográficos que, con las limitaciones lógicas, pretendíamos identificar en la actualidad, así como hacían mención de ciertas entidades estructurales, como campamentos, que eran susceptibles de ser localizados mediante metodología arqueológica. Esta suma de elementos nos aporta un primer marco de referencia. El primero, el topográfico, por lo que se plantea una descripción de la estructura y morfología del cerro; y, por otra parte, nos ofrece una descripción clara (no discutiremos aquí su veracidad) de la configuración de la totalidad del escenario y del desarrollo de la acción que, a nivel antrópico, cuenta con una serie de marcadores claros. Dichos elementos –no en su totalidad, como veremos- han sido identificados en mayor o menor medida tras la realización de este trabajo, convirtiéndose en suma en uno de los escenarios bélicos de referencia para la guerra antigua, siendo un hito, una excepción en el marco de la Segunda Guerra Púnica, puesto que no disponemos de ningún caso similar en España, Francia, Italia o el norte de África.Además consideramos que otra de sus mayores aportaciones es que el análisis de este escenario nos permite experimentar y conocer cómo se configura un tipo concreto de evento histórico cuyas peculiaridades nada tienen que ver con un registro arqueológico de referencia típico. El estudio de las armas y elementos relacionados con el ejército en la antigüedad lo he desarrollado en conjunto con D. Fernando Quesada Sanz, al que agradezco su paciencia y todas las claves que me ha aportado para la investigación de las armas presentes en el Cerro de las Albahacas. Los estudios numismáticos presentados en este trabajo son fruto del estudio que han llevado a cabo Dª Mª Paz García Bellido, D. Ignacio Montero y D. Juan Pedro Bellón Ruiz, agradeciéndoles enormemente que me hayan permitido la inclusión de sus resultados en este trabajo de investigación. Otro elemento que se ha pretendido analizar mediante una nueva metodología de prospección es el movimiento de las tropas en los momentos anteriores a la contienda. Estos trabajos de prospección, relacionados con la investigación del itinerario seguido por el ejército romano, se han desarrollado con el fin de documentar las zonas por las que las tropas ascendieron a la cima en la que se localizaba el campamento cartaginés durante el ataque, hecho que no sólo aporta datos útiles para el estudio del movimiento de tropas durante la contienda, sino también para la localización del primer campamento de Escipión el Africano.