La integración empresarial entre cooperativas agroalimentariasun análisis de las políticas públicas en España y Brasil

Resumen

La globalización de los mercados agroalimentarios creó un nuevo modelo productivo y comercial que está basado en las cadenas productivas agroindustriales y en las cadenas de valor. En estos, el capital se concentra principalmente en el sector de distribución, mientras los productores de bienes primarios detienen una reducida fracción de los beneficios. Esta distorsionada distribución de los beneficios se refleja directamente sobre las cooperativas agroalimentarias, cuyas bases son los productores. Sin embargo, los efectos son distintos entre aquellas que comercializan commodities y aquellas formadas por pequeños productores cuya producción se orienta al mercado interno. Las cooperativas de commodities son formadas por productores que concentran la oferta y comercializan la producción al por mayor en los mercados internacionales, con poca o ninguna industrialización. Los pequeños productores, no obstante, compiten entre sí en los mercados minoristas internos, y sus márgenes de beneficios son muy pequeños. En Brasil, por la coexistencia de ambos sistemas de producción y comercialización agroalimentaria, existen dos modelos distintos de políticas públicas de fomento a las empresas agrarias. El primer está relacionado a la exportación de commodities, y se apoya en las políticas del Ministério da Agricultura, Pecuária e Abastecimento- MAPA. Para las cooperativas que se mueven por estos mercados existen programas de apoyo a la formación de consorcios empresariales con el objetivo de aumentar las exportaciones brasileñas. El segundo modelo de fomento a la producción y comercialización agroalimentaria está orientado al mercado interno y a los pequeños productores, y se apoya en las políticas de un segundo Ministerio de Agricultura, el Ministério do Desenvolvimento Agrário- MDA, creado en 1999 para apoyar a la agricultura familiar y la reforma agraria. Para las cooperativas formadas por estos agricultores no existen políticas de intercooperación y concentración empresarial. El cooperativismo agroalimentario español, por su parte, está formado básicamente por pequeños productores. Así como las cooperativas brasileñas no participantes de los mercados de commodities, forman estructuras atomizadas y dispersas geográficamente. Los poderes públicos españoles, en este sentido, fomentan la integración empresarial entre las cooperativas agroalimentarias. Esto se realiza a través de una serie de medidas, destacando el reconocimiento institucional y la financiación de los proyectos. Sin embrago, las políticas de integración en España no han sido capaces de promover el desarrollo de empresas cooperativas integradas capaces de concentrar la oferta y explotar sinergias comerciales. Uno de los motivos destacados en la literatura e identificados también en este estudio que condicionan el despliegue y la eficacia de las políticas de fomento a la integración es a existencia de tres niveles de gobierno en este país: el nivel europeo, el nacional y el regional, formado por las Comunidades Autónomas -CCAA. Las ayudas que se disponen al fomento de la integración cooperativa provienen del FEADER y de los gobiernos nacional y autonómico. Sin embargo, son las CCAA que cobran el mayor protagonismo en la formulación y aplicación de las políticas de ayudas. Eso dificulta la consecución de un plan nacional de fomento y abre espacio para que los intereses políticos (votos) influyan sobre la distribución de estas ayudas. En general los recursos se utilizan para fomentar proyectos que no sirven para los fines a que se proponen las ayudas. El bajo desarrollo empresarial de las cooperativas en España y de las cooperativas de pequeños productores de Brasil, no obstante, no tiene solamente a los aspectos políticos como vectores. Existen otros elementos de carácter social y cultural que influyen sobre la formulación y aplicación de las políticas de integración empresarial orientadas al cooperativismo. Entre ellos, se destacan la falta de fidelidad cooperativa y la influencia de los directivos. La falta de cultura empresarial de estas cooperativas hace con que las mismas no se coordinen para demandar por políticas eficientes de desarrollo económico, como el fomento a la integración económica. Por lo contrario, según se identificó en este estudio, los productores tienen como prioridad la demanda por subsidios agrícolas. En definitiva, tanto en Brasil como en España, hace falta un tratamiento más finalista por parte de los poderes públicos, de manera que sean aplicadas políticas de fomento que realmente contribuyan al bienestar y a la cohesión social. Por su parte, las cooperativas deben organizarse mejor en el sentido de exigir de los poderes públicos estas políticas, y no tanto aquellas que se ajusten al asistencialismo económico.