Un método preciso, rápido y sencillo para determinar el límite plástico y la consistencia de los suelos

Resumen

Los límites de Atterberg, destacando el límite líquido (LL) y el límite plástico (PL) se encuentran entre los parámetros más importantes en la identificación y clasificación geotécnica de suelos. A pesar de su relevancia y amplia utilización, los métodos normalizados para determinarlos apenas han sufrido cambios desde que fueran definidos hace ya más de cien años. En el caso del método para determinar el PL, basado en la rodadura manual de cilindros de suelo hasta su desmoronamiento, existe una fuerte influencia del operador en el resultado final. Esto se debe a que la percepción del punto en el que se alcanza el PL varía dependiendo de la experiencia, pericia y criterio del operador. Ante la necesidad de una mejora, se presenta un método altamente competitivo en cuanto a rapidez, coste y simplicidad, pero que además cuenta con el añadido de ser preciso y libre de interpretaciones subjetivas. El método se basa en flexionar cilindros de suelo de 3 mm de diámetro y 52 mm de longitud hasta su rotura. La relación entre la flexión producida (B) y el contenido de agua (W) actúa como indicador de los cambios de consistencia del suelo. Así, el PL queda definido como aquel valor de humedad por debajo del cual un cilindro de suelo de 3 mm de diámetro rompe inmediatamente al intentar ser flexionado. Los resultados obtenidos con este método han mostrado unas correlaciones excelentes al compararlos con los obtenidos con el método tradicional por un operador altamente experimentado. De igual modo, de él se deducen unos nuevos parámetros: el límite de rigidez-ablandamiento (SSL) y el límite de rotura por flexión (BL) los cuales aportan una valiosa información sobre las propiedades plásticas, permitiendo definir una nueva y más realista clasificación geotécnica de suelos.