Patronazgo y usos artísticos en la corte de Carlos VFrancisco de los Cobos y Molina

Resumen

Esta tesis doctoral analiza la labor de patronazgo artístico del secretario y consejero imperial Francisco de los Cobos y Molina (ca.1477-1547) en paralelo a su ascenso social desde una familia perteneciente a la hidalguía media hasta el establecimiento de un linaje aristocrático equiparable a las mayores casas nobiliarias de su tiempo. La investigación está orientada desde la perspectiva de la historia social del poder y los enfoques metodológicos propios de los estudios sobre el patronazgo artístico de la monarquía y la corte hispánica de la Edad Moderna. Su principal objetivo es esclarecer la significación que Francisco de los Cobos otorgó a la inversión en obras plásticas y arquitectónicas con el fin de dotarse de un estatus aristocrático en la corte y generar una nueva casa nobiliaria. Asimismo, se propone descubrir la narración que esos objetos y arquitecturas obtuvieron al colocarse en su órbita. También, se plantea la necesidad de comprender las distintas motivaciones implicadas en este proceso más allá de su instrumentalización política, entiéndase su uso devocional u otras razones afectivas. Por último, esta tesis doctoral se propone demostrar qué obras poseyó y qué decisiones cabe imputarle sobre el patrimonio familiar, separando sus actuaciones de las de su esposa María de Mendoza (1508-1587). La tesis doctoral está estructurada en cuatro capítulos. El primero está dedicado a la biografía de Francisco de los Cobos y en él se presta atención a las etapas más significativas de su trayectoria política, así como a las actividades económicas que le permitieron insertarse entre las capas más altas del estamento privilegiado. Asimismo, se recorren los principales hitos de la historia familiar y se reconstruye su atención por el control de la ciudad de Úbeda y su comarca con la constitución de un señorío en el territorio colindante. Por último, se examinan algunos conceptos fundamentales de comportamiento y etiqueta manejados por Cobos en su nueva condición de virtuoso cortesano y privado del emperador. En el segundo capítulo se detallan las distintas proveniencias de las obras atesoradas por Cobos y los artistas foráneos con los que se relacionó. Bienes de lujo de Flandes, Italia, América y el Imperio Otomano engrosaron su patrimonio gracias al comercio internacional o al regalo de aquellos hombres y mujeres que quisieron ganarse su favor como vía de acceso al César. El tercero aborda la materialización de sus proyectos en Castilla, fundamentalmente en Valladolid y el Reino de Jaén. A través del mayorazgo, los patronatos y los bienes libres con los que construyó su escenografía del poder, el lector podrá acercarse a la valorización que Cobos hizo de sus obras de arte e iniciativas edilicias. El cuarto capítulo describe sus actuaciones como servidor real en materia de construcciones y bienes que conformaban el patrimonio regio. Además de adecuar y poner a disposición su palacio vallisoletano para el aposentamiento de la familia imperial, se aportan novedades sobre su papel en la renovación de los Sitios Reales en Castilla entre 1539 y 1547, así como otras noticias sobre gestiones en el patrimonio mueble de la Corona con facultades que superaban a las reservadas a sus cargos oficiales. Consecuentemente, a pesar de la inexistencia de un auténtico arte de corte, estas novedades explican algunos aspectos de su aprendizaje en los modos de representación del hombre poderoso.